Por... DINA CAPPIELLO
WASHINGTON -- Los biocombustibles hechos con los residuos de la cosecha de maíz son peores que la gasolina en tíérminos de calentamiento global en el corto plazo, de acuerdo con un nuevo estudio que pone en entredicho las conclusiones del gobierno de Obama de que son una alternativa mucho más limpia y que ayudarán a combatir el cambio climático.
Un estudio pagado por el gobierno federal y difundido el domingo en la revista Nature Climate Change llegó a la conclusión de que los biocombustibles hechos con residuos de maíz liberan 7% más gases de invernadero en los primeros años en comparación con la gasolina convencional.
Aunque los biocombustibles son mejores a largo plazo si se considera que sustituirían el carbón en las termoelíéctricas, el estudio dice que no cumplirán con un estándar fijado en las leyes de 2007 para calificar como combustible renovable.
Las conclusiones asestan un duro golpe a los llamados biocombustibles celulósicos, los cuales han recibido más de 1.000 millones de dólares en subsidios federales, pero han pasado apuros para cumplir objetivos de volumen ordenados por la ley. Se prevíé que cerca de la mitad del mercado inicial de celulósicos se derive de residuos de maíz.
La industria del biocombustible y funcionarios de gobierno criticaron de inmediato la investigación. Dijeron que su análisis de píérdida de carbono del suelo, que puede variar de un campo a otro, era demasiado simplista, y que sobreestimó cuánto residuo pueden remover los agricultores una vez que el mercado se haya establecido.
"El análisis central describe un escenario extremo que ningún productor o empresa emplearía porque arruinaría tanto la tierra como el suministro a largo plazo de materia prima. No tiene sentido desde el punto de vista comercial o agronómico", dijo Jan Koninckx, director de negocios globales de biorrefinerías de DuPont.
La compañía tiene previsto concluir este año una planta con valor de más de 200 millones de dólares en Nevada, Iowa, que producirá 110 millones de litros (30 millones de galones) de etanol celulósico con residuos de maíz de granjas vecinas. Una evaluación pagada por DuPont dice que el etanol que ahí se producirá podría ser más de 100% mejor que la gasolina en tíérminos de emisiones de gases de efecto invernadero.
La investigación es uno de los primeros intentos de cuantificar cuánto carbono se emite a la atmósfera cuando las hojas, las cañas y las mazorcas de maíz se emplean para elaborar biocombustible en lugar de dejar que restituyan el carbono al suelo. El estudio descubrió que sin importar cuánto residuo de maíz se levante del campo, el proceso contribuye al calentamiento global.
"Sabía que esta investigación sería políémica", dijo Adam Liska, autor principal del estudio y profesor asistente de ingeniería de sistemas biológicos en la Universidad de Nebraska en Lincoln.
El propio análisis de la Agencia de Protección Ambiental, que asumió que cerca de la mitad de los residuos de maíz serían recogidos de los campos de cultivo, halló que el combustible elaborado con esos sobrantes cumpliría con el estándar fijado por la ley. Dicho estándar requiere que los combustibles celulósicos liberen 60% menos contaminantes de carbono que la gasolina.