Por... Claire Martin
Pure Fix Cycles fue fundada por tres estudiantes que comenzaron a fabricar y vender bicicletas de una velocidad o "fixies". En un año, consiguieron ventas por un millón de dólares lo que les permitió seguir experimentando con nuevos productos.
Los ciclistas tienen más formas que nunca antes para destacarse cuando circulan: cascos naranja fluorescentes, gabardinas reflectantes, bocinas que imitan las de los coches y sistemas de iluminación con láseres rojos que se proyectan hacia abajo para crear un carril virtual. No obstante, hasta hace poco, no existía un míétodo efectivo que iluminara todo el marco de las bicicletas.
“Las luces de la bici brillan hacia el camino y los ojos del bicicletista, pero no a la bicicleta mismaâ€, dice Zach Schau, un cofundador de Pure Fix Cycles. Hace dos años, la compañía de Schau superó esa limitación, creando una línea de bicicletas que brillan en la oscuridad.
“Nuestra bici es, de hecho, la luz mismaâ€, dice.
RELACIONADAS
Conoce el Amazon de la impresión 3D
Emprendedores mexicanos crecen en Europa con mecatrónica
Barared conecta al internet a clases bajas
A Pure Fix Cycles la establecieron Schau, su hermano menor, Jordan, y dos de sus amigos de la infancia, Austin Stoffers y Michael Fishman, en 2010. Se les ocurrió el concepto de la empresa cuando los tres todavía eran estudiantes universitarios y su historia brinda lecciones para los emprendedores que planean empezar una carrera abriendo un negocio.
En el otoño de 2010, Stoffers y Fisherman, a la sazón en el último año en la Universidad de Wisconsin en Madison, pensaban en ideas al mismo tiempo que buscaban bicis baratas para desplazarse a sus clases.
En su búsqueda, se toparon con bicis con aparejos fijos, o “fixiesâ€, un modelo de una velocidad, sin la llanta libre que mantiene inertes a los pedales de las bicicletas comunes mientras giran las ruedas. Las “fixies†eran caras en ese entonces: entre 700 y mil 200 dólares.
Stoffers y Fishman, ahora con 25 años, estaban convencidos de que podían hacer y vender versiones de las “fixies†por menos de la mitad.
“Porque es muy simple, pueden ser asequibles si se hacen bienâ€, pensó, según recuerda Stoffers.
Encontraron un fabricante en Asia que podía hacer las bicis baratas.
Luego, al revíés de lo que hacían los competidores, entregaban las “fixies†directamente al cliente y a las tiendas, sin depender en distribuidores. Basaron la empresa en la zona de Los Angeles, donde vivía Zach Schau, y donde habían crecido los otros tres y íél.
Desde el principio, hubo una demanda fuerte por las bicis, que se vendieron en 300 dólares. El primer lote de 165 salió en dos semanas, justo despuíés de las vacaciones invernales en la universidad.
“Ganamos miles de dólaresâ€, dice Schau, ahora con 27 años.
“Y recibíamos llamadas pidiendo más bicis. Había mucha promesa, mucha demandaâ€.
Sin embargo, al haber descuidado la planeación de capital, los fundadores de la empresa batallaron repetidamente para recaudar suficiente dinero para reponer y expandir el inventario durante su primer año de actividades. Es un tropiezo común entre los nuevos emprendedores, según H. Irving Grousbeck, catedrático consultor de administración en la Escuela de Graduados en Administración de Stanford.
“No planean con anticipación contemplando las necesidades de capital del negocio y, en consecuencia, se apresuran a compensar el terreno perdidoâ€, dice Grousbeck.
“Empiezan el simulacro de incendio diciendo: 'Lo conseguimos con mi tío y tu primo, y el vecino de la misma calle y el dentista’â€.
Aunque los fundadores casi le piden dinero al dentista, tambiíén
Otro reto fue la falta de experiencia administrativa y una ineficaz división de responsabilidades. Cada uno de los cuatro hacía una cuarta parte de cada tarea, desde el envío de pedidos hasta escoger el color de las llantas o armar el presupuesto para anuncios.
“Cada pequeña decisión era la gran decisión de todosâ€, cuenta Zach Schau. “Fue difícilâ€.
No obstante, en su primer año, Pure Fix Cycles consiguió ventas de cerca de un millón de dólares. El negocio era lo suficientemente fuerte para llamar la atención de un pequeño grupo de inversionistas, los que aportaron 300 mil dólares a la empresa emergente en 2011.
Poco despuíés, evolucionaron con rapidez, en gran parte porque los fundadores contrataron a uno de sus inversionistas, Andy Abowitz, quien fuera vicepresidente senior de desarrollo de negocios internacionales en Priceline, para ser el presidente de la empresa. Bajo esta nueva guía, pudieron forjar sus propias especialidades con base en sus fortalezas individuales.
“En Silicon Valley, se llama supervisión de los adultosâ€, dice Grousbeck sobre este tipo de contrataciones. (Abowitz tiene 46 años) “Es una frase bastante cínica que se refiere a meter algo de experiencia administrativaâ€.
Los fundadores dicen que el auge financiero y haber sumado habilidades gerenciales les posibilitaron la experimentación con ideas nuevas, incluida la bici que brilla en la oscuridad.
Ya antes habían visto versiones individuales y únicas de tal bicicleta, pero la pintura que les pusieron era “supercaraâ€, dice Zach Schau.
Estimó que únicamente la pintura costaría casi mil dólares por cada bici.
​
Como alternativa, su hermano trató de fusionar abalorios de vidrio reflectante a una bici con pintura en aerosol. Sin embargo, el resultado fue “esta cosa rugosa y repugnanteâ€, dice Jordan. “No creo que funcionaría tan bien en la producciónâ€.
Este experimento ejemplifica uno de los beneficios del emprendimiento joven. “La inocencia es felicidadâ€, dice Grousbeck. “No saben lo que no saben, así es que no hay mucho miedoâ€.
La compañía tambiíén buscaba alternativas incandescentes en otros países. Los fundadores pidieron en repetidas ocasiones a sus fabricantes asiáticos que hicieran una pintura fosforescente más barata, y en 2012 uno produjo un acabado activado por el sol que podía conservar el brillo por un máximo de tres horas.
Ansiosos por llegar al mercado, los fundadores de Pure Fix Cycles lanzaron su energía a mejorar la calidad de la pintura. Tres meses despuíés, introdujeron sus bicis Glow y las 400 iniciales se agotaron en tan solo dos semanas, con un precio de 399 cada una. El marco y las ruedas – o solo el marco o solo las ruedas – brillan en la oscuridad.
Un negocio que tiene un producto similar es Mission Bicycle Co., con sede en San Francisco; sus bicis Lumen tienen una capa de pintura reflectante, como la que se usa en los letreros de las calles. Mission Bicycle, que hace cada bici bajo pedido, obtiene el terminado con una compañía de pinturas especializada en proyectos de ingeniería civil. El precio de una bicicleta Lumen por encargo empieza en 999 dólares.
Los fundadores de Pure Fix Cycles dicen que ser pionero en bicis que brillan en la oscuridad les dio un empujón financiero e incrementó el reconocimiento a su marca, ayudándolos a seguir desarrollando otros productos. Ahora venden una bicicleta con aparejos múltiples, así como unas para niños.
La compañía quiere expandir la línea Glow, y Jordan Schau, en particular, espera experimentar aún más con las tecnologías reflectantes, a pesar de sus desafortunados esfuerzos con los abalorios de vidrio.
“Existen otras formas de hacerloâ€, dice, rebosante de optimismo. “Estoy investigandoâ€.