Por... MARK SHERMAN
WASHINGTON -- La Corte Suprema de Estados Unidos parecía buscar un punto medio el lunes en la batalla entre Argentina y los tenedores de bonos que desde hace más de 10 años reclaman títulos de deuda impagos.
Los magistrados escucharon argumentos sobre una cuestión relativamente concreta: si una nación soberana puede ser obligada a revelar cuáles son sus activos en el mundo, de modo que los demandantes puedan cobrarle a travíés de juicios en Estados Unidos.
La corte parecía inclinada a reducir las órdenes de los tribunales inferiores a favor de los tenedores de bonos para excluir propiedades diplomáticas, militares y de seguridad nacional de propiedad argentina. Al mismo tiempo, los magistrados indicaron que podrían ratificar las órdenes que atañen a propiedades comerciales fuera de Estados Unidos.
El tribunal ofreció pocas pistas sobre cuál podría ser su decisión en otro caso más complicado que involucra a los mismos participantes: el gobierno de Argentina ha apelado una orden judicial que lo obliga a pagar una demanda por 1.400 millones de dólares que a su entender podría destruir la economía del país y dañar al sistema financiero de Estados Unidos.
Hasta ahora los tribunales menores han respaldado a NML Capital Ltd., que obtuvo un fallo sin precedentes a su favor que bloquearía los pagos de Argentina a otros tenedores de bonos a menos que pague primero a los demandantes.
El alto tribunal probablemente ni siquiera decida si acepta el caso antes de junio. Se espera que decida sobre el caso actual tambiíén para esas fechas.
El lunes, los magistrados expresaron su malestar tantos con las posiciones de los tenedores de bonos, que quieren información sobre todo lo que Argentina tiene en todo el mundo, como con Argentina, que reivindica una protección que no la obligue a revelar la información en virtud de la Ley Estadounidense de Inmunidad a la Soberanía Extranjera. El gobierno de Barack Obama respalda a Argentina y el abogado del Departamento de Justicia Edwin Kneedler dijo a los jueces que un fallo a favor de los tenedores de bonos podría complicar la política exterior de Estados Unidos y poner en peligro los intereses estadounidenses en el extranjero.
"En una situación recíproca, Estados Unidos estaría muy preocupado" acerca de que un tribunal extranjero ordene al gobierno entregar información sobre todas sus propiedades en el mundo, dijo Kneedler.
El jefe de gabinete argentino Jorge Capitanich resaltó en una rueda de prensa que Argentina tiene como "amicus curiae -amigo del tribunal- al gobierno de los Estados Unidos a travíés del fiscal general adjunto" en la llamada "Causa Discovery", en la que se trata de interpretar la ley de inmunidad soberana en relación a los activos argentinos en el exterior.
En tanto, el secretario general de la presidencia, Oscar Parrilli, expresó su deseo de que la Corte estadounidense "ponga un poco de racionalidad y sentido común" para que el país "pueda terminar exitosamente su reestructuración de deuda" a la que se sumaron 93% de los bonistas con títulos públicos en cese de pagos en sendos canjes realizados en 2005 y 2010.
Parrilli agregó en declaraciones a Radio Amíérica que "el mundo financiero internacional va a estar a la espera" de lo que decida el máximo tribunal norteamericano, porque su resolución "no sólo puede afectar a la Argentina, sino a todos los países que caigan en situaciones similares" a la que sufrió el país sudamericano cuando, a raíz de una grave crisis, incurrió a fines de 2001 en una cesación de pagos de la deuda por unos 100.000 millones de dólares.