·Bouygues, que cuenta con un 29% del capital, habría dado el visto bueno
·La fabricante de TGVs y AVEs recortará 1.300 empleos hasa 2016
·Alstom desmiente esta posibilidad y la califica de "especulación"
El gigante industrial norteamericano General Electric tiene abierta una negociación para la compra de Alstom, fabricante de plantas de generación elíéctrica y de todos los trenes de alta velocidad franceses, según informa Bloomberg.
Se estima que GE pagaría por hacerse con su control 13.000 millones de dólares (unos 9.400 millones de euros), un 25% más que la cotización de cierre del conglomerado francíés, lo que convertiría esta operación en la mayor compra realizada nunca por General Electric.
Pese a que Alstom ha desmentido que haya ninguna negociación abierta con General Electric, sus acciones han llegado a subir un 18%.
Conforme a fuentes cercanas a la operación íésta contaría con el apoyo de Bouygues, accionista mayoritaria con cerca de un 29% del capital, que compró a su vez su participación al gobierno francíés en 2006.
La francesa se ha convertido en un objetivo apetecible despuíés de que sus títulos perdiesen una quinta parte de su valor a lo largo del año pasado.
Alstom, que tambiíén ha equipado buena parte de la flota de Renfe en España y que ayer mismo se adjudicaba un contrato por más de 400 millones de euros para dotar de señalización a dos nuevas líneas de alta velocidad (a León y Burgos), está inmersa en un plan de reestructuración que le llevará a recortar 1.300 empleos en todo el mundo, con el objetivo de recortar costes en 1.500 millones hasta abril de 2016.
Obstáculos políticos
La operación, que apenas plantea problemas de competencia por la separación de los mercados de ambas empresas, podría sin embargo toparse con la oposición pública y política.
Alstom, símbolo del poderío industrial francíés, y que sólo en el hexágono da trabajo a 18.000 personas, tuvo que ser rescatada con cargo a los contribuyentes franceses en 2004.
Además, tal y como recuerda Financial Times, supondría toda una bofetada por parte de Bouygues que recibió el apoyo público y explícito del ejecutivo galo en su intento fallido para hacerse con la teleco SFR a travíés de Vivendi.