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Autor Tema: DEMONIOS, DJINNS Y OVNIS  (Leído 418 veces)

Scientia

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DEMONIOS, DJINNS Y OVNIS
« en: Mayo 05, 2014, 07:44:19 pm »
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El camino hacia el despertar es infinito, ellos nos han obtaculizado el paso a nuestra verdadera esencia,despertemos ante el velo de la oscuridad,somos libres retomemos nuestro camino

DEMONIOS, DJINNS Y OVNIS




En un nuevo artí­culo publicado en Mysterious Universe titulado ¿Posee la CIA una joya infestada por un Djinn?  Jesse Woldman señala: “En una página que encontríé se anunciaba un anillo de segunda mano, por alrededor de 500 dólares. Lo que me pareció particularmente interesante fue su descripción. Se alegó que el anillo habí­a sido usado por “una exitosa agente de la CIA” que habí­a utilizado el Djinn contenido en el interior para ser promovida de forma rápida dentro de su departamento y disfrutar de muchas experiencias positivas, tanto en su vida personal como profesional.”

Para aquellos que no están familiarizados con los djins, son antiguas criaturas sobrenaturales que, de acuerdo con el Corán, están hechos de “fuego sin humo”, y son por lo general hostiles, manipuladores, e incluso mortales.



Woldman tambiíén apunta en su historia del anillo de segunda mano de la CIA: “… este extravagante artí­culo me recordó los rumores que habí­a oí­do anteriormente sobre cómo el gobierno de los EE.UU. de hecho mantení­a relaciones con djinns y otras entidades, en un esfuerzo por tratar de emplear estos poderes poco comprendidos para conseguir objetivos militares “.

Esto es intrigante, ya que encaja muy de cerca con mi propia investigación sobre cómo dichas entidades potencialmente muy peligrosas han sido objeto de interíés oficial, de alto secreto.

En 2009 me reuní­ con un cierto anciano Dr. Mandor, que me habí­a invitado a su ruinosa casa. Infinitamente paranoico y profundamente inquietante, Mandor aparentemente habí­a estado al frente de un proyecto cuasi-oficial encargado, a principios de 1980, de la determinación de la verdad detrás del fenómeno de “abducción aliení­gena”. Decir que Mandor estaba obsesionado con el mundo y la tradición de los djinns no es un eufemismo.

Mandor, -quien creí­a que los llamados “grises” del fenómeno OVNI eran literalmente djinns-, tambiíén estaba obsesionado con tratar de evocar y dominar a un djinn, sin duda un objetivo de proporciones definitivamente descabelladas. Contíé la historia del míédico espeluznante en mi libro de 2010, Eventos Finales. Pero Mandor aparentemente no era el único miembro de este proyecto que tení­a un deseo apremiante de convocar a las entidades sobrenaturales empeñadas en atormentar a la raza humana.




El proyecto fue dirigido por un grupo apodado la Elite Collins (su verdadero nombre todaví­a se me escapa).

Fui introducido en su mundo misterioso y oscuro por un sacerdote anglicano (quien tambiíén es un ex-director estatal de la MUFON), llamado Ray Boeche.

En enero de 2007 entrevistíé a Boeche sobre este mismo tema de integrantes de estamentos oficiales que tratan de evocar, e incluso  controlar, entidades peligrosas y malíévolas para beneficio militar. Como Ray me reveló, a finales de 1991 se reunió con dos miembros del grupo, -ambos fí­sicos del Departamento de Defensa de EE.UU.-, que le contaron una  fascinante pero peligrosa historia.

En las propias palabras de Ray…

“Me pareció interesante porque ellos me habí­an contactado en el trabajo; y no tengo ni idea de cómo me siguieron hasta allí­. Pero ellos querí­an saber si podrí­amos reunirnos y almorzar para hablar de algo importante. Me reuní­ con ellos por un breve perí­odo de tiempo en esa primera reunión, y entonces dijeron: ‘Nos gustarí­a reunirnos y tener una conversación más larga’. La organicíé por fin y fue una discusión bastante larga, probablemente tres horas y media. Y así­ es como ocurrió todo.

Despuíés de dos reuniones, cuando tuve la oportunidad de comprobar que los hombres tení­an los cargos que pretendí­an mantener, y aparentemente eran quienes decí­an ser, yo estaba intrigado y emocionado ante la posibilidad de haber tropezado con un área más o menos intacta que podrí­a ser investigada. Pero tambiíén estaba cauteloso en tíérminos de ‘¿por quíé yo?’”

Y así­ fue que Boeche se sumió de lleno en un mundo extraño y surrealista de proyectos clasificados del Departamento de Defensa, reuniones secretas y  seguimiento de diálogos con fuentes del estilo Garganta Profunda, e historias de encuentros muy inquietantes con lo que le describieron como ENH o entidades no humanas, que muchos dentro de la comunidad de investigación OVNI creen son aliení­genas, pero que algunos elementos del Departamento de Defensa creen que son nada menos que los esbirros engañosos de Satanás: los demonios.



“No tení­a forma de saber antes de nuestra reunión cara a cara si habí­a alguna legitimidad en esto en absoluto”, Ray me explicó. “No se me dio ninguna información en absoluto antes de nuestra reunión; sólo la indicación de que estaban involucrados en áreas de investigación que encontrarí­a interesantes, y que tení­an algunas preocupaciones que deseaban tratar conmigo.”

Y ahí­ es donde todo se volvió decididamente oscuro y siniestro, como Ray me dijo…

“Ellos llegaron a creer que las ENHs no eran extraterrestres en absoluto; ellos creí­an que eran una especie de entidades demoní­acas. Y eso sin tener en cuenta cuan benevolentes o beneficiosos parecí­an esas entidades con algunos de los contactados, siempre terminaron siendo contaminados, -a falta de un tíérmino mejor-, con algo que a la larga resultó ser malo. No habí­a en última instancia nada positivo de la interacción con las ENHs.”

Ray continuó: “Ellos sintieron que realmente caí­a más en la categorí­a de un vasto engaño espiritual en lugar de ovnis y extraterrestres. En el transcurso de toda la discusión, quedó claro que ellos realmente veí­an esto como de un origen demoní­aco que estaba allí­ simplemente para tratar de confundir la cuestión en tíérminos de quiíénes eran, lo que querí­an, y lo era la fuente de la verdad última.”

Como Ray tambiíén señaló: “Si extrapolamos a partir de su postura que estos son demonios en el sentido bí­blico de la palabra, entonces, lo que estarí­an haciendo aquí­ serí­a intentar crear un engaño espiritual para embaucar a tanta gente como sea posible.”

Y en cuanto a cómo los elementos del Departamento de Defensa estaban involucrados con las ENHs en alguna forma de contacto, a Boeche le contaron una historia verdaderamente extraña y alarmante:

“Por lo que me dijeron, parecí­a que alguien habí­a invocado algo y abrió una puerta para permitir que estas cosas entraran. Eso es ciertamente la impresión que me dieron. Nunca he sido capaz de conseguir un punto exacto de origen de este tipo de experimentos, o de su participación, y cuando empezó. Pero tuve la impresión de que a causa de lo que sabí­an y la información que presentaban, que habí­an participado por lo menos durante varios años, o incluso que el proyecto habí­a durado mucho más tiempo.”

Ray tambiíén me dijo que los involucrados en el proyecto detectaron una nube oscura que se cerní­a encima. No estaban equivocados: hubo muertes asociadas con el programa, las ENHs demostraron ser altamente engañosas y manipuladoras, y nada bueno salió de tales arriesgados escarceos.

Y mucho se puede decir de los djinns: abrir una puerta y permitir que una criatura así­ se introduzca en la vida de uno es como si estuvieras pidiendo jaleo a gritos.

La historia de Jesse Woldman del anillo de segunda mano de la CIA, la saga del Dr. Mandor, y el increí­ble relato de Ray Boeche, -en relación con el Pentágono y esas entidades no humanas conocidas como ENHs-, sugieren colectivamente una cosa: que segmentos oficiales de hecho han realizado en secreto todo lo posible para relacionarse, de manera fáustica, con criaturas de algún reino (o reinos) de la existencia difí­cilmente perceptible.

Algunos pueden llamarles demonios; otros pueden referirse a ellos como djinns. Pero, con independencia del nombre, parecen inquietante-mente similares, por no decir casi idíénticos. Que estas entidades nos tienen claramente un odio incontenible, por lo que sugiere que cualquier interacción entre “nosotros y ellos” debe ser evitada a toda costa.

Esperemos que, por el bien de todos, los cí­rculos oficiales hayan aprendido la lección. Pero, de cualquier manera, lo dudo.

Como la experta en djinns Rosemary Ellen Guiley señala: “Si temes alguna cosa en tu vida, teme al djinn.”