La demanda energíética de España, tanto total como final, cayó el pasado año a niveles de 1999, un factor que, unido a la cada vez mayor penetración de renovables, permitió reducir la dependencia del exterior al 71,2 %, la cifra más baja de los últimos diecisiete años.
Esta penetración de renovables, que se realiza principalmente a travíés de la generación elíéctrica, alcanzó el 16,6 % en 2013, con lo que se sitúa muy cerca del objetivo del 20 % en 2020, según ha detallado hoy la subdirectora de Planificación Energíética y Seguimiento del Ministerio de Industria, María Sicilia, durante la presentación del Balance Energíético de Enerclub celebrado hoy.
Sicilia ha confiado en que la demanda energíética se recuperará este año, "un cambio de tendencia como consecuencia de la recuperación económica", si bien ha advertido que la cada vez mayor eficiencia energíética ha producido un "desacoplamiento de la evolución de la demanda de la actividad económica" que dificulta las previsiones.
Por su parte, el director general de Política Energíética y Minas, Jaime Suárez, ha asegurado que la reforma elíéctrica no supone incertidumbre regulatoria "sino certidumbre regulatoria", porque para conseguir el equilibrio era necesario cambiar actitudes y obtener la insatisfacción de empresas y determinados sectores.
Suárez ha afirmado que la falta de interconexión con el resto de la Europa intercontinental comporta una serie de perjuicios, como la dificultad del uso de renovables, por lo que ha insistido en que conseguir la interconexión total "no es una mera petición, sino un derecho" dentro del mercado interior de la energía.
Asimismo, ha asegurado que España goza de un mix energíético de los más diversificados de nuestro entorno, pero que los consumidores han tenido que pagar un alto precio por ello, en parte como consecuencia de la situación geográfica del país.