EFE
Los ministros de Exteriores de la Unión Europea analizarán mañana los últimos acontecimientos en Ucrania tras el giro de posición de Rusia sobre las próximas elecciones presidenciales en ese país, y abordarán la posibilidad de aprobar más sanciones contra empresas rusas por su implicación en la crisis.
El anuncio esta semana del presidente ruso, Vladímir Putin, de que acepta unas elecciones ucranianas que hasta ahora consideraba ilegales y de que retirará las tropas concentradas en la frontera con Ucrania, será analizado por los Veintiocho, al igual que su llamamiento a posponer el referendo separatista convocado para hoy por prorrusos en el este del país.
"Es difícil saber quíé acordarán los ministros. Seguro que forma parte de su discusión el impacto de las palabras de Putin en la situación", señalaron fuentes comunitarias, que indicaron que la nueva posición de Moscú "ha suscitado diferentes reacciones entre los Estados miembros".
Aunque la Unión Europea (UE) considera esa postura "un buen paso que puede ayudar a aliviar la tensión", los países deberán evaluar con sus servicios de inteligencia si se hace efectivo ese repliegue de tropas rusas, apuntaron.
Mientras, Putin presidió el viernes un desfile militar ante decenas de miles de personas en el puerto crimeo de Sebastopol, base de la Flota rusa del mar Negro, con motivo del Día de la Victoria sobre la Alemania nazi, un gesto que Kiev ha considerado una provocación para aumentar la tensión.
Los ministros revisarán asimismo la situación tras el referendo separatista que se celebra hoy en las regiones de Donetsk y Lugansk (sureste), que los prorrusos han mantenido a pesar de la petición de aplazamiento de Putin para dar una oportunidad al diálogo y de que la UE haya considerado que no debe celebrarse en esta fecha "ni en ninguna otra", según la portavoz comunitaria Maja Kocijancic.
Por lo que respecta al apartado de sanciones, los Veintiocho han solicitado cambiar la base jurídica de las mismas para incluir en la lista negra a empresas expropiadas en la península ucraniana de Crimea anexionada por Rusia y, por ende, a las compañías rusas que se han convertido en sus nuevos propietarios, indicaron las fuentes.
Por ahora, el fundamento legal de las medidas aplicadas sólo permite extenderlas a empresas ligadas a personas que estuvieran ya en la lista de sancionados por amenazar la soberanía de Ucrania.
Los ministros decidirán el lunes si respaldan este cambio y si incluyen nuevos nombres en esa lista, sobre cuya extensión han venido trabajando esta semana los servicios del Consejo y los embajadores de los Veintiocho.
Fuentes europeas destacaron que los Estados miembros aún no han discutido la posibilidad de pasar a la fase tres de sanciones económicas a Rusia por su papel en la crisis de Ucrania, algo que "se deja quizá para los jefes de Estado y de Gobierno" de la Unión.
Por el momento, consideran que la ampliación de las medidas restrictivas en la llamada fase dos, en la que ya han congelado los bienes y prohibido el visado a 48 altos mandos rusos y ucranianos, "puede adaptarse a la actual situación".
En paralelo a la firmeza ante Moscú, la UE sigue centrando sus esfuerzos en favorecer el diálogo entre las partes para que haya una solución política y negociada a esta crisis, y en ese contexto ve con buenos ojos la posibilidad de que se celebre una segunda conferencia de Ginebra, dijeron las fuentes.
En la reunión en esa ciudad el pasado 17 de abril, los jefes de la diplomacia de Rusia, Ucrania, EE. UU. y la UE acordaron pedir el desalojo de los edificios públicos por parte de los separatistas en el este ucraniano así como el desarme de todos los grupos ilegales, un pacto que, según Bruselas, Moscú no ha cumplido.
En un gesto de apoyo al Gobierno ucraniano, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, viajará a Kiev mañana para reunirse con el primer ministro, Arseni Yatseniuk, quien a su vez se desplazará el martes a Bruselas para entrevistarse con la Comisión Europea.
En su reunión, los ministros abordarán asimismo cómo asistir a Ucrania en la reforma de su sector de la seguridad civil, para lo que la UE había desplegado a expertos en la materia en Kiev a fin de definir posibles maneras de actuar, como puede ser a travíés del envío de una misión acorde a la Política de Defensa y Seguridad Común europea