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Autor Tema: Putin pierde la batalla económica  (Leído 128 veces)

Eguzki

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Putin pierde la batalla económica
« en: Mayo 12, 2014, 07:56:53 am »
La salida de capitales de Rusia en el primer trimestre supera el 2,5% del PIB

El mercado financiero de Moscú sufre las consecuencias del conflicto ucranio

Los anglosajones suelen decir que “el diablo está en los detalles” cuando aluden a que las claves de un tema están en la letra pequeña, no en los grandes titulares. En el caso del conflicto entre Rusia y Ucrania el diablo se esconde, más bien, en los números y ayuda a entender los vaivenes de la situación polí­tica. La economí­a rusa se está viendo más dañada de lo que parecí­a inicialmente por el conflicto con Ucrania y lo cierto es que las tensiones geopolí­ticas no podí­an haber llegado en peor momento, cuyo crecimiento ya se habí­a debilitado significativamente en los últimos años. “Con una inflación al alza, los riesgos de estancamiento eran considerables en los últimos dos o tres años. Además, el superávit comercial prácticamente se ha esfumado y la fuga de capitales se está convirtiendo en un problema muy serio”, explica Erik Nielsen, economista jefe de Unicredit, por correo electrónico.

Hasta el pasado 14 de marzo, la salida neta de capital privado de Rusia alcanzaba los 50.000 millones de dólares desde comienzos de año, el equivalente al 2,5% del PIB. Una cifra que Neil Shearing, economista jefe de Capital Economics para mercados emergentes, eleva hasta los 70.000 millones para el conjunto del primer trimestre al incluir determinadas operaciones del sistema financiero, lo que representarí­a el 3,2% del PIB. En todo 2013 la salida de capitales ascendió a 63.000 millones. “La economí­a rusa no es tan inmune a la escalada geopolí­tica como muchos pensaban inicialmente”, sostiene Shearing. “En algunos cí­rculos, hay la sensación de que el cambio de tono adoptado por el presidente ruso, Vladí­mir Putin, en los últimos dí­as es una pantalla de humo diplomática para proteger a Rusia de mayores sanciones, que podrí­an infligir un serio daño a su economí­a”, apunta el economista.

Esa masiva salida de capitales, pese a la repatriación de fondos que muchas empresas rusas han llevado a cabo en previsión de un endurecimiento de las sanciones contra el paí­s, ha provocado el desplome del rublo en torno al 9% desde principios de año y ha favorecido que la inflación se disparase hasta el 7,2% en abril, lejos de la meta del 5% fijada por el banco central. La autoridad monetaria ha aprobado sucesivas subidas de los tipos de interíés en los últimos meses hasta el 7,5%, con el objetivo de aumentar así­ el atractivo de los activos rusos a ojos de los inversores y frenar las presiones sobre los precios. Pero la medida, al mismo tiempo, encarece el acceso a la financiación y acelera el frenazo de la economí­a rusa. 2013 cerró con un crecimiento del PIB del 1,3%, el ritmo más díébil desde 1999, con la excepción de la caí­da de 2009, en plena crisis financiera global.

La situación no va a mejor este año. De hecho, la agencia de calificación de riesgos, Moody’s acaba de hacer público un informe en el que prevíé un descenso del PIB ruso del 1% en 2014, siempre que las sanciones no vayan a más. El Fondo Monetario Internacional (FMI), siempre más optimista, cree que Rusia todaví­a crecerá este ejercicio un 0,2% pero alerta, sin embargo, contra la dificultad que este entorno supone para el sistema financiero del paí­s y la necesidad de vigilar de cerca la solvencia y la calidad de los activos de algunas entidades ante la inestabilidad cambiaria. Pero ya en el primer trimestre, la economí­a se contrajo un 0,5%, según datos oficiales de Moscú, y el jefe de la misión del Fondo en Rusia, Antonio Spilimbergo, cree que la economí­a puede volver a acabar este trimestre en tasas negativas, lo que supondrí­a que Rusia ya se encuentra en recesión tíécnica y que le resultará difí­cil remontar esta situación en la segunda mitad del año. Rusia depende en exceso de la energí­a —que supone el 70% de sus exportaciones y más de la mitad de sus ingresos presupuestarios—, por lo que un nuevo episodio de esta “guerra económica”, según la denominación de Moody’s, pondrí­a en aprietos al gigante emergente.

“Una salida de capitales de esta escala, aunque sustancial, es poco probable que propicie una crisis inmediata de la balanza de pagos. Despuíés de todo, y pese a haber empleado 35.000 millones de dólares desde el principio de año [en defender la divisa], el banco central aún tiene reservas por unos 490.000 millones”, sostiene Shearing. Pero los expertos admiten que una salida de capitales a este ritmo no es sostenible y si nuevas sanciones prosperan, la situación puede empeorar de forma considerable. Y sus ciudadanos lo saben. Los datos aún provisionales del Instituto de Finanzas Internacionales, que agrupa a los grandes bancos privados del mundo, subrayan que los ciudadanos rusos compraron activos netos en el exterior por 63.700 millones de dólares en el primer trimestre de 2014, más del doble de los 29.300 que compraron en el cuarto trimestre de 2013.