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Autor Tema: Dónde meto mi dinero cuando todo se derrumba  (Leído 814 veces)

eversor

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Dónde meto mi dinero cuando todo se derrumba
« en: Septiembre 18, 2008, 09:38:10 am »
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Si hasta AIG ha tenido que ser rescatada, es que no hay nada seguro en el mundo. Lo mejor para meter el dinero ahora mismo son los depósitos a corto plazo... y diversificando entre entidades, por si acaso". Quien dice esto no es el director de la caja de ahorros de un pueblo, sino un ejecutivo de un banco de inversión muy potente en renta fija. Es decir, que los que más saben de inversiones recomiendan olvidarse de todos los mercados y productos sofisticados en estos momentos, y casi meter el dinero debajo del colchón, como nuestras abuelas.



Este experto no está solo. Un gestor de banca privada afincado en Suiza, que en junio ya recomendaba tener un 40% de la cartera en liquidez (aunque mantení­a el 60% restante en renta fija, bolsa y hedge funds), en agosto se quedó sólo con los hedge. Y ahora ha decidido vender tambiíén los fondos alternativos -que tratan de ganar, o al menos no perder, en cualquier entorno de mercado- porque "ya no tengo ninguna confianza en los mercados de derivados porque los bancos todaví­a no nos han dicho la verdad". Este gestor, que tení­a deuda a corto plazo de AIG con calificación de triple A que ahora ha perdido la mitad de su valor, no se fí­a ni siquiera de los depósitos bancarios por el riesgo de que alguna entidad comercial quiebre. Al calcetí­n.


Si los profesionales dicen estas cosas, cómo va a extrañar que el ahorrador de a pie estíé preguntando a su entidad por el riesgo que tienen los productos en los que ha metido su dinero, como poco. Porque en los últimos dí­as se está notando una gran afluencia a sucursales bancarias para retirar el dinero de fondos de inversión, planes de pensiones, cualquier producto sofisticado (estructurados, depósitos complejos, etc.) e incluso de las cuentas corrientes en entidades que el público percibe como "poco seguras".


Y no sólo en España: en EEUU el tipo de las letras de Tesoro a tres meses cayó ayer a su nivel más bajo desde la Segunda Guerra Mundial -el 0,03%... anual- por la demanda desesperada de productos seguros para meter el dinero. Una demanda que está dispuesta a sacrificar cualquier rentabilidad a cambio de seguridad. Los bancos tambiíén son presa del pánico: el mercado interbancario quedó totalmente paralizado ayer, y las pocas entidades dispuestas a prestar sólo aceptan como garantí­a bonos alemanes (Bunds); ni siquiera deuda francesa o británica.


Todos los activos pierden


Esta actitud no es de extrañar ante las fuertes píérdidas que sufren los inversores prácticamente en todos los activos. De la bolsa no hay mucho que ustedes ya no sepan, con el Ibex en mí­nimos de tres años y una píérdida que alcanza ya el 30% en 2008. Y Wall Street volvió a hundirse anoche pese al rescate de la mayor aseguradora del mundo, AIG, por parte de la Fed. Y mejor no hablamos de las bolsas emergentes, con el colapso de la rusa. En consecuencia, los fondos de inversión o planes de pensiones con algo de bolsa en las carteras tambiíén palman.


La deuda pública de los paí­ses más sólidos como Alemania aguanta, pero no así­ la española, cuyo diferencial con el Bund alcanza ya 0,5 puntos. La renta fija privada, es decir, los bonos de empresas, están desplomándose por muy bueno que sea el rating del emisor. Y si encima son bonos de Lehman, que estaban detrás de productos estructurados para banca privada por valor de 1.300 millones de euros como mí­nimo, como adelantó El Confidencial hace dos dí­as, ahora no valen nada.


Los fondos monetarios dinámicos ya se despidieron el año pasado por sus píérdidas en activos hipotecarios subprime, pero ahora además algunos monetarios clásicos tambiíén empiezan a tener problemas por la caí­da de tí­tulos de Lehman que tení­an en cartera: el gigante Reserve Primary Fund, que el viernes tení­a 62.000 millones de patrimonio, ha .entrado en píérdidas Los hedge funds no lo están haciendo mal del todo, pero hay que ser muy selectivo: los que se ponen bajistas en bolsa están ganando mucho, pero los que hacen arbitraje -en teorí­a los más seguros- lo están pasando muy mal por la volatilidad del mercado y la falta de críédito para operar. Hasta las materias primas se han venido abajo, pese al fuerte rebote de anoche. Finalmente, ¿hay alguien por ahí­ interesado en invertir en ladrillo?


El miedo lleva a venderlo todo


John Authers, redactor jefe de mercados del Financial Times, explicaba ayer que "cuando la aversión al riesgo sube, incluso aunque el riesgo sea made in USA, la respuesta del mercado es vender todo tambiíén fuera de EEUU". Authers añade que las "íépicas" cantidades de apalancamiento (endeudamiento) en los mercados magnifican el efecto, porque, en momentos como el actual, la gente quiere pagar sus deudas y para ello vende los activos que ha comprado con deuda.


El New York Times publicaba hace unos dí­as un artí­culo sobre la dificultad para encontrar destinos para la liquidez con una rentabilidad mí­nima y sin riesgo. Las sugerencias de este periódico eran las cuentas corrientes que estíén garantizadas por la FDIC (similar a nuestro Fondo de Garantí­a de Depósitos), pero eligiendo un banco que no cobre comisiones para que no se coman su exigua rentabilidad; fondos monetarios con bajas comisiones tambiíén y cuya cartera no tenga activos de críédito "sospechosos"; y depósitos cuyo plazo no sea demasiado largo, para poder disponer de liquidez si hay problemas.


Ahora bien, cuando el pesimismo es tan extremo como ahora, es cuando surgen las grandes oportunidades de inversión y cuando los mercados suelen hacer suelo. Es la teorí­a de la opinión contraria, íésa que sostiene que la masa siempre se equivoca y que cuando todo el mundo vende hay que comprar y viceversa. Nuestro McCoy es un exponente de esa teorí­a."Cuando la crisis llegue a su fin habrá gangas por todo el mundo. El problema es sobrevivir hasta que la crisis se acabe", concluye Authers.