-Claude Juncker ha prometido que devaluará el euro si su cotización sube demasiado. Para el candidato conservador a la Presidencia de la Comisión Europea, la moneda única está muy fuerte respecto a otras divisas -el euro se pagó este miíércoles a 1,37 dólares- y podría llegar a subir aún más, circunstancia en la cual pediría al Banco Central Europeo (BCE) que interviniera para no perjudicar la competitividad de las empresas continentales.
El ex primer ministro de Luxemburgo y aspirante a suceder a Josíé Manuel Barroso el próximo 1 de noviembre ha realizado estas declaraciones durante un encuentro con los medios celebrado en el Club de Prensa Europeo-Estadounidense de París, donde se refirió asimismo a ese punto del Tratado de Maastricht -nunca puesto en práctica hasta la fecha- que permite a los gobiernos de los 28 países de la Unión Europeo dar consignas sobre los tipos de cambio al BCE.
"Si yo fuera Presidente de la Comisión y si el euro estuviera demasiado alto, no dudaría en tomar medidas de acuerdo con los ministros de Finanzas", comentó antes de hacer una encendida defensa de la moneda única y recalcar que no se le puede echar la culpa a esta de la crisis que atraviesa la Eurozona, ya que "a pesar de compartir la misma divisa, a algunos países les va mejor que a otros".
"No debemos buscar excusas y responsabilidades más allá de las fronteras del territorio nacional", añadió el candidato del Partido Popular Europeo (PPE). "En vez de eso, algunos estados quizá podrían pensar en mejorar su economía aplicando las mismas reformas que a otros les han dado resultados".
En referencia a los programas de ajuste acometidos por los países de la UE para superar la recesión, Juncker afirmó que no le han gustado "algunos detalles" y reconoció que "a menudo ha faltado sensibilidad", pero insistió en que los recortes presupuestarios han producido "efectos beníéficos" al haber sacado de los dispositivos de rescate a Irlanda y Portugal y estabilizado la situación de España, mientras que Grecia "hace grandes progresos".
"No se puede combatir el paro con un díéficit cada año mayor", explicó el aspirante del PPE, que no se considera un defensor a ultranza de la austeridad, pero sí aboga "por un rigor pronunciado" dado que "hay que continuar el saneamiento de las cuentas públicas".
Según un análisis de los diferentes sondeos nacionales efectuado por PollWatch 2014, la derecha parte como favorita para las elecciones europeas que se celebran entre el 22 y el 25 de mayo en todos los estados miembros de la UE y obtendría cerca de 212 escaños en el Parlamento de Estrasburgo: tan sólo tres eurodiputados más que el Partido Socialista Europeo (PSE) y sus aliados, lo cual invita a pensar en posibles pactos con otras formaciones políticas.
A ese respecto, Juncker ha sido muy claro descartando cualquier acuerdo hipotíético de su grupo con partidos de extrema derecha, nacionalistas o euroescíépticos. "No aceptaríé presidir la comisión si para ello necesito el voto de los ultras", ha señalado. "Con la extrema derecha no hay ni diálogo ni debate", agregó para recalcar luego que considera "inaceptables" sus ideas discriminatorias y su propuesta de abandonar el proyecto europeo.
Para este abanderado del tratado de Schengen, debería darse una mayor solidaridad entre los países del norte y del sur para hacer frente a los flujos de inmigrantes ilegales. "Pero no se puede restringir la libre circulación de los trabajadores comunitarios porque eso conduciría a que mañana se limitaran otras libertades fundamentales", advirtió.