El gobierno francíés se dotó con el poder de bloquear las compras de empresas por parte de grupos extranjeros en sectores "estratíégicos", allanando el camino a la posibilidad de frenar la opa por valor de 16.900 millones de dólares ha presentado General Electric por activos de energía de Alstom.
El decreto suscitó rápidamente advertencias contra la introducción de políticas "proteccionistas" por parte del responsable de competencia de la UE, y la patronal francesa MEDEF lo consideró una "mala idea".
General Electric (GE) dijo que mantendría conversaciones para lograr un acuerdo con Alstom, pero algunos analistas creen que se va a respaldar una operación de la francesa con Siemens.
La decisión del Gobierno extiende una ley de 2005 sobre defensa y otras industrias y da poderes reforzados para bloquear opas extranjeras en energía, agua, transporte, telecomunicaciones y sanidad, lo que afectaría a una cuarta parte de las empresas en el principal índice bursátil francíés.
Cualquier adquisición precisará ahora de la aprobación del ministro de Economía, según el texto del decreto.
El responsable actual de la cartera, Arnaud Montebourg -quien se denomina "patriota económico"- ha criticado el plan de fusión Alstom-GE por miedo al impacto sobre el empleo y el prestigio franceses, y ha abogado por una fusión con Siemens, que según íél crearía campeones europeos en energía y construcción ferroviaria. (Información de Jean-Baptiste Vey and Benjamin Mallet; traducido por Tomás Cobos en Madrid).