Reacción exagerada o, sin fundamentos o sobrerreacción negativa… son algunas de las expresiones que utilizan hoy los analistas para calificar la caída del 2,35% que sufrió ayer la Bolsa española, que en apenas 24 horas pasó de estar a punto de romper los máximos del año más allá de los 10.600 puntos a vivir la peor sesión de lo que llevamos de 2014.
“Sell in May and go away? Esta es la pregunta que puede surgir despuíés de que las Bolsas sufrieran fuertes retrocesos en la jornada de ayerâ€, explica Bankinter. La firma de análisis considera que fue “un retroceso comprensible si tenemos en cuenta la conjunción de unos datos negativos puntuales propios de todo proceso de recuperación gradual y la toma de beneficios que se produce habitualmente cuando los índices se acercan a niveles máximos de los últimos añosâ€. Pero, ¿Quíé le pasa a la Bolsa? Los expertos manejan varias razones.
1 Aluvión de datos no muy positivos sobre la evolución de las economías europeas.
Ayer fue un día intenso en cuanto a datos macroeconómicos se refiere. El PIB de la zona euro correspondiente al primer trimestre del año mostró una región creciendo a dos velocidades, con economías como la holandesa, la italiana y la portuguesa contrayíéndose, la francesa estancada y la alemana creciendo con fuerza. Pero, sobre todo lo que influyó en el ánimo de los inversores, fue la contracción del PIB portuguíés e italiano del primer trimestre del año que fue, por inesperado, recibido muy negativamente por los inversores en estos dos mercados, los que mejor lo venían haciendo en el presente ejercicio.
2 Un rumor sobre los tenedores de deuda de Grecia.
El run run, posteriormente desmentido, de que Grecia estaba pensando en aplicar un impuesto con carácter retroactivo a los tenedores extranjeros de deuda griega desató las alarmas. “En nuestra opinión la caída de los bonos soberanos de la periferia del euro estuvo más ligada a este hecho que a la debilidad mostrada por algunas economías del sur de Europaâ€, explican los analistas de Link Securities.
3 La crisis de Ucrania.
Es el eterno elemento de incertidumbre que planea en los mercados desde hace meses. Sigue latente y amenaza con enquistarse dada la falta de agilidad diplomática que están mostrando las grandes potencias occidentales, situando a Rusia contra las cuerdas y olvidando que Rusia es un mercado muy importante para muchas compañías de la región, especialmente para las alemanas; y que Rusia sigue siendo hasta la fecha el primer proveedor de gas y petróleo de la zona euro.
4 Malos resultados de Wal-Mart.
El gigante de los supermercados en EE UU presentó ayer unos resultados trimestrales que decepcionaron al mercado. Estos peores resultados se deben en parte, al frio invierno que ha vivido EE UU.
5 Deshacen posiciones en activos con beneficios.
Las tomas de beneficios en activos que habían experimentado fuertes revalorizaciones en los últimos meses, lo que incluye tanto a la renta variable como a la renta fija de la periferia del euro.
6 Actuación del BCE.
El crecimiento económico anímico y baja inflación, hacen casi inevitable que el BCE adopte medidas no convencionales de política monetaria en la reunión de su Consejo de Gobierno el próximo mes de junio.
“Es más, al BCE ya no le vale con amagar sin dar ni con adoptar medidas para salir del paso. La situación económica en la región es mala y está evolucionando peor de lo esperado, quizás lastrada por la crisis ucranianaâ€, explican los analistas de Link Securities. La firma asegura que se espera una actuación expeditiva del BCE en junio, algo que para los mercados de renta variable es positivo. "Por tanto, esperamos que en los próximos días los inversores realicen una segunda lectura de la situación y vuelvan a apostar por este tipo de activos", añade Link.
Mientras la actuación del BCE llega a primeros de junio, los expertos creen que no hay que perder la calma y es difícil que el ánimo de los inversores cambie repentinamente