ACS solicitará a la junta de accionistas que celebra hoy autorización para lanzar emisiones de títulos de deuda por un importe máximo de 3.000 millones de euros durante los próximos cinco años.
La compañía que preside Florentino Píérez sigue así apostando por acudir a los mercados de capitales para diversificar sus fuentes de financiación, en el marco de su actual estrategia de reducción de endeudamiento.
ACS lanzó a finales de 2013 y comienzos de este año sendas emisiones de bonos convertibles en acciones de Iberdrola que en conjunto suman 1.100 millones de euros. Posteriormente, colocó una programa de pagaríés a corto plazo ('Euro Commercial Paper' ECP) por otros 750 millones de euros.
A cierre del primer trimestre de 2014, la compañía de construcción y servicios soportaba un endeudamiento financiero neto de 4.579 millones de euros, lo que implica una disminución del 18% respecto al comienzo de año. Este recorte se suma al del 14,5% logrado durante 2013.
Dividendos en papeles
Entre el resto de puntos del orden del día de la asamblea de ACS figura la aprobación de los próximos dividendos a travíés de 'scrip dividend', sistema por el que da a los socios la posibilidad de elegir cobrar su remuneración en acciones o en efectivo, o en una combinación de ambos.
La constructora prevíé poner en marcha este dividendo flexible (con la correspondiente ampliación de capital y posterior amortización de acciones) en las fechas en que tradicionalmente paga su dividendo complementario (el mes de julio de 2014) y la retribución a cuenta (febrero de 2015).
ACS celebra así este jueves su primera junta desde que el presidente del grupo anunciara que Marcelino Fernández Verdes, actual consejero delegado de Hochtief, será quien le suceda como primer ejecutivo de ACS en el momento en que decida ceder el testigo de este puesto.
La asamblea tiene tambiíén lugar mientras que la compañía abunda en su estrategia de reducción de deuda, de concentración en sus negocios tradicionales y de consolidación del grupo, reforzando su participación de control en la constructora alemana Hochtief, y la de esta empresa germana en su filial australiana Leighton.
El consejo de ACS se presentará ante los socios despuíés de que en 2013 la compañía lograra volver a los números negros, al obtener un beneficio de 702 millones de euros, impulsado por la actividad internacional, que ya aporta el 86,3% de los ingresos totales del grupo.