El presidente de ACS, Florentino Píérez, ha fijado un objetivo de crecimiento mínimo del 10% anual en el beneficio neto del grupo hasta alcanzar los 1.000 millones en 2016, desde los 702 millones ganados en 2013.
Píérez, que habla de "reto difícil", confía en cierta recuperación de la inversión pública en Europa y ha señalado EE UU, Míéxico y Australia como mercados estratíégicos. Tambiíén ha recordado la posición de liderazgo del grupo en el área Asia-Pacífico.
En su discurso en la junta de accionistas, el primer ejecutivo de ACS ha destacado la necesidad de inversión en España para finalizar obras y mantener las infraestructuras existentes.
La intervención tambiíén ha destacado el esfuerzo para reestructurar la filial alemana Hochtief, con reducción de costes y venta de activos no estratíégicos. Píérez ha recordado que ACS ha reducido su deuda en 5.100 millones desde 2011, quedando en 4.235 millones.
Otro de los objetivos adelantados hoy ante la junta es mantener un nivel de apalancamiento "moderado", con una deuda neta de los negocios que supone 1,4 veces el ebitda. En torno a la deuda, ACS seguirá emitiendo bonos para reducir su exposición a la deuda bancaria.
ACS pagará un dividendo complementario de 0,71 euros por acción, lo que eleva la remuneración total con cargo a 2013 a 1,16 euros por título. La compañía repite la fórmula de pago flexible, por la que los partícipes pueden cobrar en acciones.
