Por... JUAN JOSí‰ PERFETTI DEL CORRAL
Con un interesante e ilustrado artículo intitulado Cinco pasos para alimentar el mundo, la revista National Geographic del presente mes de mayo dio inicio a una serie especial de ocho entregas sobre cómo el mundo podrá alimentar, en el año 2050, a 9.000 millones de personas. Según los cálculos, de ahora a mitad del presente siglo, será necesario asegurar la alimentación de 2.000 millones de personas más.
El autor del artículo es el renombrado científico Jonathan Foley, director del Instituto del Medioambiente de la Universidad de Minnesota, Estados Unidos.
El artículo comienza destacando el efecto dañino que tiene el desarrollo de la agricultura sobre el ambiente. En particular se señala que este sector "se cuenta entre los mayores contribuyentes al calentamiento global". Además, la agricultura es un "sediento" consumidor de agua, un importante contaminador, y un destructor de la biodiversidad.
El aumento futuro de la población mundial junto al mejoramiento del ingreso y la reducción de la pobreza a nivel planetario (factores estos que conllevan un cambio en la dieta alimentaria), generarán una gran presión sobre la producción agrícola mundial para asegurar la adecuada satisfacción de la demanda de alimentos.
Los estimativos de diferentes agencias internacionales indican que para el año 2050 será necesario duplicar la producción agrícola mundial. Frente al lamentable desempeño ambiental que ha tenido la agricultura, este escenario plantea un gran desafío para el desarrollo agrícola sostenible.
En particular, el artículo de marras se plantea el siguiente interrogante: ¿cómo puede el mundo duplicar la disponibilidad de alimentos mientras al mismo tiempo se reduce el daño ambiental causado por la agricultura?
La respuesta que el profesor Foley y un grupo de científicos le dan a esta pregunta se resume en cinco pasos.
El primer paso es detener el aumento del área dedicada a la agricultura. Esto implica que el mundo deje de destruir los bosques y selvas que todavía se preservan y se concentre más bien en incrementar la productividad de la tierra. Para ello el paso dos consiste en cultivar de manera más intensiva las fincas o granjas. Este supuesto se basa en el hecho de que, aún con la actual tecnología, hay tierras en las que se puede aumentar la productividad de manera importante.
El paso tres se refiere a la necesidad de hacer un uso más eficiente de los recursos disponibles. Esto implica intensificar la utilización de las mejores prácticas de la agricultura convencional y de la orgánica. El paso cuatro tiene que ver con la necesidad de cambiar las dietas alimentarias del ganado y las aves.
Finalmente, el paso cinco considera la reducción del alto desperdicio de alimentos que hay en el mundo.
El autor del informe asegura que la suma de los cinco pasos garantizaría que el suministro de alimentos se duplicaría, al tiempo que se reduciría drásticamente el impacto ambiental de la agricultura a nivel mundial.
Ahora que se sabe el quíé, el problema es el cómo hacerlo. En esto los gobiernos, el sector privado y las organizaciones internacionales tienen la palabra.