Los analistas de Deutsche Bank han reconocido que el cambio de tendencia de la economía española "ha sido impresionante", especialmente el exitoso ajuste del sector privado, aunque advierten de que aún "queda mucho por hacer", especialmente en lo referente a la elevada deuda pública, al riesgo de deflación y al alto desempleo, sobre todo entre los jóvenes.
En un artículo titulado Cinco lecciones del ave fíénix español, los analistas del banco alemán analizan la experiencia de España durante la crisis para sacar algunas conclusiones claras sobre la estrategia seguida por el país.
En primer lugar, consideran correcto que España se centrara primero en su principal desequilibrio, el excesivo endeudamiento del sector público, antes de embarcarse en una consolidación fiscal más generalizada sin tener en cuenta otros factores.
Aún así, cree que el Gobierno probablemente perdió mucha de su capacidad de actuación fiscal cuando se embarcó en su programa tradicional de estímulo en 2009, el llamado Plan E, y considera que hubiera sido más beneficioso aceptar un aumento más rápido de la deuda combinando los estímulos a la demanda con una rápida recapitalización del sector bancario.
En su opinión, las dudas a la hora de abordar los balances de los bancos le ha costado a España "muy caro", ya que la crisis no hacía más que aumentar las necesidades de recapitalización. "España podía haber roto el vínculo entre bancos y soberano inmediatamente. Y falló en ello", señala.
Sin embargo, admite que España encontró una "segunda mejor" opción al resistirse a un ajuste fiscal demasiado duro, permitiendo que se llevara a cabo un ajuste convincente del sector privado sin llevar a una espiral recesionista perpetua.
Acertó al no pedir el rescate
Otra de las conclusiones del informe es que el apoyo europeo fue "crucial" para España, aunque a veces de manera sutil. En este sentido, cree que Mariano Rajoy probablemente acertó al no pedir un rescate total, ya que mantener "al menos en apariencia" su soberanía fue probablemente un activo del país.
En tercer lugar, valora positivamente la actitud de los sindicatos ante las reformas del mercado laboral, algo tan importante como las reformas estructurales, ya que la reducción de los costes laborales ha sido el principal motor del ajuste del sector privado en España.
A este respecto, explica que, aunque el Gobierno llevó a cabo "cambios" importantes en materia laboral, no podría haber realizado los ajustes sin el apoyo implícito de los sindicatos, incluso a pesar de su mayoría absoluta.
"Pensamos que unos sindicatos bastante cooperativos son un activo clave para España a la hora de atraer inversión directa extranjera, un aspecto clave para aumentar el gasto en capital en un momento en el que las empresas nacionales aún están reticentes", insiste.
La cuarta conclusión que saca Deutsche Bank es que España cuenta con un tejido social que contribuye a gestionar el desempleo masivo, aunque cree que son necesarias más reformas para hacer frente al elevado paro estructural y al desempleo juvenil, que tendrá un alto coste en el largo plazo.
Situación política
La última de la conclusiones es que incluso los gobiernos obligados a tomar medidas impopulares pueden ganar elecciones, como demuestran las elecciones europeas del 25 de mayo, donde el surgimiento de partidos populistas no han tenido un impacto tan grande como en otros países europeos.
Aun así, advierte de que, de cara a unas próximas elecciones generales, el PP está aislado y no existe una alternativa "creíble" de izquierda, lo que complica la posibilidad de formar un gobierno de coalición en 2015.
En su opinión, este hecho, sumado al "pulso soberanista" de Cataluña, es otra razón para "no ceder a la euforia" tras los progresos realizados en los últimos años.