Por... Masiel Fernández Bolaños
La nueva reducción en mayo de la inflación en la Eurozona exacerba el peligro de deflación del que alertan algunos expertos y aumenta la posibilidad de que se adopten más medidas para estimular la economía.
La inflación anual al consumidor se desaceleró a 0,5 por ciento desde el 0,7 en abril, según datos de la oficina comunitaria de estadísticas, Eurostat.
El indicador está estancado en la "zona de peligro" del Banco Central Europeo (BCE) por debajo del uno por ciento, una señal de frágil recuperación, recalcó la entidad.
El llamado guardián del euro reiteró que está preparado para utilizar todas las herramientas disponibles en aras de evitar los riesgos de una deflación y ayudar a la economía.
A juicio de analistas, los datos divulgados este martes aumentan la presión sobre el BCE y refuerzan la posibilidad de que implemente más medidas de estímulo monetario.
Cálculos recientes de la Comisión Europea apuntan que el crecimiento de los precios en la Eurozona será más lento que lo previsto este año y el próximo, en parte debido a un euro más fuerte y a una díébil recuperación.
La inflación anual al consumidor se ralentizará en 2014 a 0,8 por ciento desde el 1,3 en 2013, por debajo del objetivo del BCE, de cerca de dos por ciento.
En 2015, añadió la Comisión, el medidor se ubicará en 1,2 puntos.
Analistas advierten sobre las persistentes dificultades laborales y los riesgos de deflación en el bloque de la moneda común, un fenómeno nocivo para el dinamismo de una economía porque aplaza las decisiones de compra -con la expectativa de que los precios sigan bajando- y desalienta por ello las inversiones.
El BCE apuesta por una política de dinero barato al mantener en un mínimo histórico su principal tasa de interíés ante la incertidumbre en la Eurozona.