La salida de Pemex del accionariado de Repsol puede considerarse una victoria de su presidente Antonio Brufau. Los mexicanos que todavía mantienen el 1,44% abandonan la energíética española, que anteriormente tambiíén rompió lazos con los argentinos de YPF y con el ex presidente de Sacyr, Luis del Rivero
El camino ha sido tortuoso con Pemex. De hecho a día de hoy los mexicanos tenían tres opciones: quedarse como estaban, intentar controlar la compañía o salir. Al final, despuíés de muchos rumores, ha sido esta última la elección: La colocación acelerada del 7,86% del capital por 2.091 millones de euros, tres días antes del pago de dividendo.
Esa decisión, aparentemente, desafortunada no lo es tanto, a juicio de los analistas. Pemex hubiera recibido 123,1 millones en concepto del dividendo extraordinario de la petrolera. Hay que tener en cuenta que el día del pago de dividendo, la acción descontaría el euro.
ACCIONISTAS ¿DE BARRO?
Hasta el momento se sabe que del 7,86% vendido, un 5% lo ha adquirido HSBC, por lo que se convierte en cuarto accionista por detrás de La Caixa (11,83%), Sacyr (9,23%) y del fondo Temasek (6,2%)
Los analistas de la petrolera centran el foco ahora en Sacyr, segundo accionista de Repsol por detrás de La Caixa. Desde Ahorro Corporación y Beka Finance no descartan una próxima desinversión de la constructora.
Los problemas financieros de Sacyr (a cierre del primer trimestre de este año, el saldo vivo de la deuda que tiene vinculada a su porcentaje en la petrolera se situaba en 2.337 millones de euros), presionada por los bancos con los que negocia la refinanciación, estarían detrás de ese hipotíético escenario. Además, el precio de Repsol ayudaría en la toma de dicha decisión. Si Sacyr vendiera hoy el 9,5% que tiene de Repsol ingresaría 2.455 millones de euros.
No hay que pasar por alto el hecho de que Sacyr recibe ahora un colchón de 122 millones de euros a cuenta del dividendo extraordinario.
Desde esta empresa se asegura que la participación de Sacyr en Repsol es “estratíégica y estableâ€, y no tienen intención de vender nada. En enero de 2015 vencería el príéstamo con la banca.
Luis Padrón, de Ahorro Corporación, considera positiva la salida de Pemex de Repsol porque realmente este socio “no aportaba nada y además era crítico con la gestión.†Ahora, Sacyr podría perfectamente poner a la venta su paquete accionarial, y no sería una mala noticia para Repsol, agrega. El único que no puede vender ahora es Pemex porque tiene un lock up de 60 días para decidir quíé hace con el 1,44% que todavía mantiene.
Los analistas de Beka Finance considera positiva la salida de los mexicanos porque da estabilidad y paz accionarial. Respecto a Sacyr, señalan que podría deshacerse de parte de sus acciones pero no a corto plazo.
EL PACTO REPSOL-SACYR
Hay que recordar que a finales de 2011, Repsol llegó a un acuerdo con Sacyr para comprar la mitad de la participación que tenía la constructora en la petrolera, aproximadamente un 10%.
En ese acuerdo, Sacyr se comprometía a romper el pacto con Pemex y a que Luis del Rivero saliera del consejo de Repsol. Ese pacto fue un balón de oxígeno para la constructora de unos 2.500 millones de euros. Para refinanciar el resto de deuda llegó a un acuerdo con los bancos acreedores que vence el 31 de enero de 2015.