Por... Cira Rodriguez Cíésar
La cumbre de los siete países más industrializados (G-7) concluyó con varias promesas y propuestas centradas en la economía, el comercio internacional, la energía y el cambio climático.
Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Canadá y Japón, acordaron presentar estrategias ambiciosas y globales de crecimiento durante la cumbre del G-20 (economías más avanzadas y emergentes) de noviembre próximo.
Se trata de nuevos intentos "dentro de la perspectiva más positiva que hay de crecimiento económico y de lucha contra el desempleo, que sigue en niveles muy altos", señala en una de sus partes el documento final de la cita.
Durante la última jornada del encuentro, marcada por la exclusión de Rusia, coincidieron en adoptar más medidas para apoyar un crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado, con el objetivo de incrementar la resistencia de las economías del bloque.
El compromiso incluye ir a la cumbre del G-20 en Brisbane, Australia, con medidas de amplio rango en las áreas de la inversión, las pequeñas y medianas empresas, el empleo y la participación de las mujeres, el comercio y la innovación, adicionales a políticas macroeconómicas.
Para el G-7 apoyar el crecimiento y los empleos debe ser una prioridad máxima, al tiempo que advirtió sobre los riesgos a pesar de que la economía global ha mejorado.
Los jefes de los siete países más ricos concluyeron que en 2014 se centrarán en finalizar reformas financieras elementales para salir de la crisis financiera global, con instituciones más resistentes.
Tambiíén reconocieron que son necesarias acciones urgentes y concretas para hacer frente al cambio climático y mostraron su consenso para adoptar en 2015 un acuerdo global que sea ambicioso, completo y que refleje la situación del cambio climático.