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Autor Tema: Industria señala a Endesa: cuatro millones de contadores instalados, pero  (Leído 121 veces)

Eguzki

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El Ministerio de Industria guarda como si fuera un informe clasificado los datos tíécnicos de la investigación realizada por la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) sobre los nuevos contadores inteligentes, que son fundamentales para abaratar el recibo de la luz. La nueva metodologí­a de precios elíéctricos adoptada por el Gobierno, que entrará en vigor a partir del 1 de julio, permite ajustar los consumos a conveniencia de cada cliente, pero para ello es fundamental que las empresas cubran el parque total de los nuevos equipos de medida.

El retraso en la implantación y adecuación de los contadores electrónicos ha sido denunciado en repetidas ocasiones desde altas instancias oficiales, aunque hasta ahora no se conocí­a ningún detalle concreto sobre las cifras que manejan los responsables de la polí­tica energíética en España. El estudio que está sobre la mesa de trabajo del ministro Josíé Manuel Soria señala que a fecha de 31 de diciembre de 2013 sólo se habí­an instalado 7.910.569 equipos con capacidad de telemedida y telegestión. Este número representa menos de un tercio de los 27.840.569 clientes con potencia contratada de hasta 15 kW y que son susceptibles de disponer de dichos contadores en España.

El problema de fondo reside además en la incapacidad del sistema operativo que alimenta a todas estas máquinas porque gran parte de ellas no están integradas todaví­a en los sistemas de telegestión. A mayor abundamiento y, lo que es mucho peor, la mayorí­a de los contadores ni siquiera están preparados para una lectura remota de los registros horarios. Dicho en otras palabras, la posibilidad de que las empresas puedan facturar adecuadamente los consumos de sus clientes se convierte en una quimera a sólo dos meses vista de la entrada en funcionamiento del flamante sistema de fijación de precios.

Las comercializadoras de referencia y sus contadores

El desglose por empresas señala el grave problema que representa Endesa como empresa lí­der del sector. La filial de la italiana Enel cuenta con un total de 11.522.400 clientes, a los que ya ha colocado 4.086.727 contadores, lo que supone una cobertura del 35,47%. Eso sí­, según la información en poder del Ministerio de Industria, la propia compañí­a reconoce que sus contadores no contemplan la lectura a distancia: “Es como si tuviíéramos un Ferrari que funcionara a pedales y sólo sirviera para arar los campos’, aseguran con cierta sorna en medios gubernamentales.
Del resto de las cinco grandes comercializadoras de referencia sólo Iberdrola e Hidrocantábrico afirman que sus equipos están en plenas condiciones operativas. El grupo que preside Ignacio Galán tiene instalados 2.019.813 contadores, que representan solamente un 19,32% de su parque total, equivalente a 10.455.771 clientes. La filial española de la portuguesa EDP registra a su vez 227.118 equipos de medida que suponen el 35,57% de su mercado potencial, establecido en 638.544 clientes.

Unión Fenosa, dependiente de Gas Natural, muestra un nivel de instalación del 21,64%; en concreto, ha puesto 772.916 contadores sobre un parque de 3.571.857 clientes. Por último, E.ON cuenta con 426.269 contadores que cubren hasta el 90,11% de todo su mercado, estimado en 503.335 clientes. En el caso de estas dos compañí­as, la capacidad de lectura a distancia resulta más difí­cil de precisar porque curiosamente la respuesta a la pregunta que formula la CNMC no es ni ‘sí­â€™ ni ‘no’. Lisa y llanamente, es una cuestión que, según el informe oficial, está “en proceso”.

El lado oscuro del recibo de la luz

Todas estas carencias hacen realmente complicado que la nueva metodologí­a de la tarifa elíéctrica pueda alcanzar el grado de eficacia que el Gobierno pretende conseguir tras la eliminación de las cíélebres subastas de la energí­a. El Ministerio de Industria trabaja a salto de mata, tratando de evitar los tropezones de un sistema que va a ser lanzado al mercado sin haber culminado siquiera una primera fase de rodaje.

La precipitación se evidencia tambiíén en la reciente resolución ministerial del pasado 30 de mayo que establece el contenido mí­nimo y el modelo de la factura de electricidad. El Gobierno ha extendido al máximo los requerimientos de información a las comercializadoras, pero los detalles elementales de la lectura real por horas de consumo y la consiguiente verificación del importe a pagar brillan por su ausencia en el nuevo recibo de la luz.
La estructura de las nuevas facturas no resuelve la garantí­a de comprobación de aquellos clientes que deseen ‘ponerse las pilas’ ajustando sus hábitos de consumo en aquellas franjas del dí­a donde la energí­a es más barata. El Ministerio de Industria se ha sentido claramente condicionado por la falta de los supuestos contadores inteligentes y ha tenido que allanarse a las condiciones impuestas por las empresas elíéctricas otorgando de plazo hasta finales de 2018 para la plena instalación de los nuevos equipos de medida.

La lectura de los consumos horarios es imposible a dí­a de hoy y lo será tambiíén a partir del 1 de julio. De ahí­ que Red Elíéctrica estíé trabajando a instancias del Gobierno en una definición de perfiles de clientes atendiendo a sus consumos históricos con el fin de integrar en una serie de categorí­as lo más reducida posible a todos aquellos hogares que decidan acogerse al mecanismo de facturación horaria.

Cada cual podrá consumir energí­a como mejor le convenga, pero eso no garantiza que el total a pagar responda al particular empeño de ahorro energíético, sino más bien al criterio estadí­stico previamente definido por el operador del sistema. De ahí­ que el recibo no ofrezca una información detallada de consumos horarios que podrí­a ser utilizada como argumento de eventuales reclamaciones a las empresas. Se supone que el paso del tiempo irá perfeccionando el sistema, pero la verdad es que, de momento, para este viaje no hací­an falta muchas alforjas.