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El presidente Rafael Correa admitió que Ecuador debe firmar este año un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE) para poder mantener las preferencias arancelarias que le concede ese bloque de países.
Entendamos que si no firmamos ese acuerdo, en diciembre perdemos las preferencias arancelarias, comentó el mandatario durante una rueda de prensa este martes en la suroccidental ciudad portuaria de Guayaquil.
De acuerdo con el mandatario, la píérdida de esas condiciones preferenciales tendría un impacto de 400 millones dólares solamente en las exportaciones del banano ecuatoriano hacia el mercado europeo.
Correa aseguró que de no ser por esa presión, su gobierno nunca negociaría ni firmaría un acuerdo con la UE.
Pero esa es la realidad, y nuestros países vecinos, que venden a ese mismo mercado bienes similares a los nuestros, ya firmaron, recordó el jefe de Estado, en alusión a Colombia y Perú.
Tras recalcar que existen determinadas líneas rojas que Ecuador no está dispuesto a cruzar en las negociaciones, cuya tercera ronda comenzó la víspera en Bruselas, Correa admitió que el país suramericano tendrá que ser flexible en algunos puntos.
No vamos a firmar a cualquier costo, pero recuerden que no firmar tambiíén tiene un inmenso costo, apuntó el presidente ecuatoriano, quien comentó que en caso de equivocaciones, dentro de seis meses se podrá denunciar el acuerdo.
Correa ha reiterado en varias ocasiones que Ecuador negocia con la UE un acuerdo comercial, no un Tratado de Libre Comercio (TLC).
Si los TLC fueran una fórmula para el desarrollo, entonces Míéxico, que desde hace 20 años mantiene un tratado de ese tipo con Estados Unidos y Canadá, ya sería un país desarrollado, apuntó semanas atrás Correa, quien recalcó que uno de los grandes engaños es decir que esos mecanismos son bueno para todo.