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Autor Tema: Brasil: ¿campeón mundial?...  (Leído 155 veces)

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Brasil: ¿campeón mundial?...
« en: Junio 11, 2014, 06:53:58 pm »
Por…  Ian Vásquez


 
Ya está por empezar la Copa Mundial en Brasil, el paí­s que más veces ha ganado ese torneo. Brasil tambiíén pretende ser el lí­der de Amíérica Latina y destacarse entre las economí­as emergentes globales. Pero, ¿es el brasileño un modelo de progreso a seguir como algunas veces se ha oí­do decir en el Perú?
Las reformas implementadas por los brasileños en los noventa produjeron la estabilidad y el crecimiento económico que en este siglo han transformado aspectos importantes de la sociedad. La clase media aumentó del 35% de la población en 1990 a alrededor del 50% hoy. La pobreza ha caí­do del 31% en el 2005 al 18% el 2011, debido mayormente al crecimiento. Las reformas han modernizado algunos sectores, como la agricultura, incrementando las exportaciones.

Pero el crecimiento en la última díécada ha promediado un 3,7% anual, menos de la mitad del de China y relativamente bajo en un tiempo de apogeo en el precio de las materias primas. De hecho, no parece sostenible ya que esa bonanza se está desinflando, y Brasil continúa imponiendo las que sin duda están entre las más formidables barreras a la creación de riqueza en la región.

El problema central de Brasil es que cuenta con un Estado gigantesco. El gasto público que en los ochenta era del 20% del PIB se ha disparado al 40% hoy. Para financiarlo, Brasil administra el sistema tributario más oneroso del mundo, según la consultorí­a PwC. Las regulaciones tambiíén pesan. El Banco Mundial ubica a Brasil en el puesto 116 de 189 paí­ses en cuanto a facilidad de hacer negocios. A pesar de abrir algo su economí­a al comercio global, sigue siendo una de las más proteccionistas del mundo. En su í­ndice de libertad económica, el Fraser Institute posiciona a Brasil en el puesto 102 de 152 paí­ses (el Perú está en el 22). No debe sorprender que bajo estas condiciones, la productividad del trabajador brasileño sea menos que la mitad del de Chile, paí­s con la economí­a más libre de la región, y que además el 39% del PBI estíé en el sector informal.

Una de tantas áreas que necesita más reformas es el sistema público de pensiones. A pesar de ser un paí­s joven, el gobierno gasta más del 11% del PBI en ello, sistema que ya tiene un díéficit del 3,2% del PBI y va a la bancarrota. Bajo este esquema, quienes se benefician son especialmente los empleados públicos de clase media a expensas de los demás. Es uno de los tantos casos que llevó a Michael Reid a concluir en su nuevo libro sobre Brasil que “la distribución de ingreso brasileño serí­a menos injusta si el Estado no interviniera para nada”.
Otra polí­tica que produce desigualdad e ineficiencia es el papel sobredimensionado de los bancos públicos que subsidian a todo tipo de corporaciones. Documenta Reid que en el 2013 les correspondí­a a los tres bancos públicos la mitad de la cartera de príéstamos en el paí­s. El incurrir fuertemente en polí­tica industrial tambiíén alienta la corrupción y el capitalismo de compadrazgo.

Un ejemplo lo dan los preparativos para esta Copa Mundial, que se están financiando con fondos públicos. Una vez que se supo en quíé ciudades se iba a jugar el campeonato, la empresa de construcción Andrade Gutiíérrez incrementó sus contribuciones polí­ticas a las municipalidades de US$73.000 en el 2008 a US$37 millones en el 2012. Al final, terminó con contratos relacionados a la Copa con un valor superior a US$2.500 millones. Negocio redondo y probablemente legal. Encima de tales fenómenos, la Federación de Industrias de Sí¢o Paulo calcula que la corrupción le cuesta a Brasil hasta US$53.000 millones al año.
El fútbol muestra que los brasileños destacan cuando se les permite competir bajo reglas claras que se aplican igual a todos. Brasil se volverí­a un paí­s modelo si pusiera en práctica esa misma idea en la economí­a.


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