La multinacional estadounidense se establecerá en Irlanda para pagar menos impuestos.
Medtronic mueve ficha para plantar cara a Johnson & Johnson, y lo hace pensando además en lo que se va a ahorrar en impuestos con la compra de la irlandesa Covidien. El fabricante de dispositivos míédicos paga 42.900 millones de dólares por ella, lo que representa una prima del 30% respecto al precio del viernes. La sede ejecutiva de la compañía estará en Irlanda mientras que las operaciones se llevarán desde el cuartel general en Minneapolis.
Las intenciones de Medtronic, que cuenta con una filial en España que emplea a unas 300 personas, donde está presente desde hace cuatro díécadas, se conocieron el sábado pero se concretaron la pasada madrugada. Pfizer intentó hacer una maniobra similar al postularse por la británica AstraZeneca, aunque este caso su rival no accedió a negociar con la estadounidense.
Medtronic es una de las tecnológicas líder en el sector míédico. Fabrica, entre otros dispositivos, marcapasos y stents. Ofrece una mezcla de efectivo y de acciones para hacerse con el control de Covidien. La maniobra va a calentar el debate sobre las artimañas fiscales de las grandes corporaciones, que buscan países como Irlanda donde la imposición a las sociedades es más baja.
Anticipando la oposición política en EE UU a la operación, la compañía se compromete a invertir 10.000 millones de dólares durante la próxima díécada en tecnología e innovación en todas las plantas que operan las dos compañías. Medtronic espera que la integración de los dos negocios estíé completada para final de este año o inicios de 2015 como muy tarde.
Una vez la fusión estíé completada, la sociedad combinada generará 13.000 millones en ingresos fuera de EE UU y contará con 87.000 empleados en 150 países. Omar Ishrak, presidente ejecutivo de Medtronic, explica que la compra les permitirá llegar a más pacientes y hospitales. Josíé Almeida, su contraparte en Covidien, añade que la unión permitirá ofrecer terapias innovadoras.
