FCC, a travíés de su filial de gestión de agua Aqualia, se ha adjudicado la construcción y operación de una planta desaladora en la isla de Djerba.
La desaladora se construirá en uno de los principales enclaves turísticos de Túnez, por un importe de 70 millones de euros.
El contrato, adjudicado por la agencia pública Sonede, será desarrollado por Aqualia en consorcio con Inima, filial española del grupo coreano GS, al 50 %. El proyecto está cofinanciado por el Banco Alemán para la Reconstrucción (KfW) y la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD), según ha indicado FCC en un comunicado. Los trabajos comprenden el diseño, construcción, puesta en marcha y operación de la desaladora de agua de mar, que tendrá una capacidad para producir 50.000 m3/día de agua potable que permitirá abastecer a una población estimada de 150.000 habitantes.
La obra incluye además los sistemas de captación de agua de mar y vertido, una planta de desferrización de agua de pozos, una estación de bombeo de agua producto, así como el suministro e instalación de las tuberías de conexión con la red de distribución existente. Además, la planta será ampliable hasta los 75.000 m3/día de producción, por lo que las obras marinas y obra civil se realizarán en esta fase para la ampliación futura.
Con esta adjudicación, FCC Aqualia consolida su presencia en el norte de ífrica, donde ya ha construido plantas de tratamiento de aguas en Argelia y Egipto, y se posiciona en Túnez, donde se prevíé la construcción de nuevas plantas de tratamiento de aguas en las principales ciudades del país. En la actualidad, FCC Aqualia presta servicio en 1.100 municipios de 17 países, alcanzando una cifra de facturación de 950 millones de euros el pasado año y una cartera de negocio de más de 14.000 millone
