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Autor Tema: Los Ventura y los Ferrero dividen Nutrexpa: para ti el Cola Cao, para mí­ las  (Leído 139 veces)

Eguzki

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Las dos familias históricas de Nutrexpa han decidido separar sus caminos: los Ferrero se quedarán la división de cacao, incluyendo la conocida marca Cola Cao, mientras que los desayunos y las galletas estarán controlados por los Ventura. Esta segregación facilitará además la incorporación de la tercera generación a cada una de las dos empresas en las que queda configurado el grupo, ya que las razones sucesorias han sido fundamentales en la operación.

El grupo Nutrexpa facturó 569 millones de euros en 2013 y emplea a más de 1.800 personas, según han informado hoy la propia compañí­a. 

Despuíés de la segregación, que entrará en vigor en enero de 2015, la empresa se dividirá en dos grupos: el grupo de Cacaos incluirá Cola Cao, Nocilla, Paladí­n, Okey y Mesura, marcas lí­deres en sus respectivos segmentos. Cuenta con dos fábricas en España y una en China.

Por otra parte, el grupo de Galletas gestionará las marcas Cuíétara, Artiach, La Piara, Granja San Francisco, Phoskitos y Aneto, tambiíén lí­deres en sus segmentos. Cuenta con seis fábricas en España y una en Portugal. Este grupo lo controlará la rama de Javier Ventura, que ahora preside Nutrexpa.
Javier Ventura controlaba el 50% de Nutrexpa desde el 2007. En cambio, el paquete de los Ferrero estaba mucho más repartido. Ignacio Ferrero, primo hermano de Javier Ventura y durante mucho tiempo el presidente histórico de Nutrexpa, sólo tení­a el 12,5% del grupo alimentario. El 37,5% restante se reparte entre sus hermanos Xavier, Antonio y Nuria. El lí­der de esta rama es Xavier Ventura.

Esta situación ha sido clave para asumir la separación, ya que Javier Ventura podí­a tomar decisiones prácticamente en solitario y podí­a ceder todas las acciones a sus hijos, mientras que en clave sucesoria los paquetes de los Ferrero habrí­an quedado mucho más diluidos.

Desde que llegó a la presidencia en 2009, Javier Ventura impulsó la diversificación del grupo hacia el mundo de las galletas. El momento cumbre de esta polí­tica fue la compra de Artiach a Panrico el pasado 2012. Esta estrategia no era del todo bien vista por la familia Ferrero, más conservadora.

Negocio y valor

La división de galletas es la que más factura, cerca del 60% del negocio total. Y tambiíén se ha quedado el grueso de la caja de Nutrexpa, ya que el grupo alimentario siempre ha sido muy remiso a recurrir al endeudamiento, según han explicado fuentes conocedoras de la operación.

Sin embargo, si Javier Ventura se ha quedado con el grueso de la caja es porque la due dilligence final ha determinado que la división de cacao es más valiosa que la escindida rama de desayunos. Si bien factura menos, el cacao tiene una mayor cuota de mercado en España y, sobre todo, opera con mayores márgenes. Por ello, la caja que ha acabado en la división de galletas es para compensar el mayor valor otorgado al cacao de los Ferrero.
Pese a estos detalles, la separación se hace en clave muy amistosa, ya que la relación entre las dos ramas sigue siendo muy buena, según han explicado fuentes del sector de la alimentación.

Según Nutrexpa, multinacional española del sector de la alimentación, “ha decidido dividirse en dos grupos empresariales” para apostar “por la especialización como estrategia de crecimiento”.

Al frente de ambos grupos se situarán dos directivos con una dilatada trayectoria en la compañí­a. Así­, Fabrice Ducceschi asumirá la Dirección General del grupo de Galletas. Por su parte, Ricardo Anmella será el Director General del grupo de Cacaos.

La separación entre familias, una práctica habitual

Estas separaciones entre ramas familiares que tradicionalmente se han mantenido unidas son muy comunes en Cataluña. Los hermanos Rubiralta se separaron en 2006, segregando Celsa de CH Werfen. En 2009 los Serra hicieron lo propio en Catalana Occidente, de manera que Josíé Marí­a Serra se aseguró el control del grupo asegurador y su hermano Jesús se quedó la estación de esquí­ de Baqueira Beret. En 2011, los hermanos Meyer hicieron lo propio en Desigual.