The Associated Press
WASHINGTON -- GE Capital Retail Bank aceptó pagar 169 millones de dólares para dirimir una demanda en la que la institución era acusada de discriminar a clientes hispanos de tarjeta de críédito, dijo el jueves el Departamento de Justicia.
La dependencia calificó el caso como el arreglo más grande conseguido por el gobierno en un asunto de discriminación relacionada a tarjetas de críédito. Al Departamento de Justicia se unió la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB por sus iniciales en inglíés) para anunciar el acuerdo.
Además, en un acuerdo con la CFPB, GE Capital debe reembolsar 56 millones de dólares a aproximadamente 638.000 clientes que fueron víctimas de prácticas comerciales engañosas para promover productos complementarios. Entre esas prácticas estaba comercializar productos como si fueran gratuitos, no mencionar a los consumidores que no calificaban para la oferta por ser jubilados o discapacitados, no aclarar que estaban realizando una compra, y por decir falsamente a los consumidores que las ofertas eran únicamente por un tiempo limitado.
El arreglo de 169 millones de dólares resuelve acusaciones de que el banco excluyó a solicitantes de príéstamo hispanos de dos de sus programas de pago de deuda en tarjeta de críédito. Los programas permitían a los clientes con cuentas morosas arreglar su balance amortizando una porción específica de la deuda. Eso negó un beneficio significativo a todos los clientes que habían expresado una preferencia de comunicarse con el banco en español o que tenían una dirección de correo en Puerto Rico —incluso si cumplían con los criterios de los programas-, dijo el gobierno.
Los 169 millones de dólares incluyen pagos a aproximadamente 108.000 solicitantes de príéstamo que entraron en esas dos categorías. Ellos estuvieron entre un total de cerca de 400.000 solicitantes de príéstamo que recibieron los ofrecimientos.
El banco dijo que ya ha hecho la mayor parte de los pagos.
Las violaciones ocurrieron entre enero de 2009 y marzo de 2012, según el gobierno.
"Este tipo de conducta no tiene cabida en el mercado financiero del consumidor", dijo el director de CFPB Richard Cordray en una conferencia telefónica con reporteros. "La gente merece que se le proporcione información clara y merece ser tratada de manera justa".
El banco, que cambió su nombre a Synchrony Bank a inicios de este mes, dijo en un comunicado que "lamenta este error".
"La prioridad de Synchrony es tratar a los clientes de manera justa, y cuando son identificados problemas dentro de la empresa, está comprometida a resolverlos", señaló el banco.
Synchrony, con sede en Stamford, Connecticut, descubrió y reportó voluntariamente las violaciones a la CFPB, dijeron el gobierno y el banco.