La debacle de la selección española de fútbol en el Mundial de Brasil tiene importantes efectos colaterales. Al punto que Mediaset, la cadena que atesoraba los derechos de emisión en abierto de la competición, sufrirá un serio revíés en su facturación por el menor interíés del evento y la deserción de los anunciantes. Tras el impacto bursátil del día despuíés, los servicios de análisis empiezan a echar cuentas sobre el terreno. Y no es poca cosa. No en vano, el deterioro podría llegar a los 15 millones de euros, un 10% del ebitda (beneficio bruto de explotación) estimado para la compañía.
"Mediaset España anticipó que alcanzaría el equilibrio con el Mundial si el equipo nacional alcanzaba los cuartos de final (que no es el caso), lo que permite asumir un máximo de píérdidas entre 5 y 6 millones de euros ahora que España ha resultado eliminada –arranca el análisis de Chevreux–. Se trataría de un impacto tolerable –en torno al 4% de nuestras estimaciones de ebitda para 2014, que se sitúan en 141 millones de euros– que podría ser compensado por otros factores, como la tendencia al alza del mercado publicitario, unas estimaciones de capex [inversiones en activos productivos] demasiado conservadoras, etc".
Sin embargo, la casa de análisis no termina de creerse el planteamiento. "Nosotros hemos intentado elaborar nuestras propias estimaciones del impacto –subraya–. Considerando que Telecinco apenas logró el break-even en la anterior Copa del Mundo de 2010 (que le costó 50 millones, con un mercado publicitario mayor de 2.400 millones de euros, frente a los 1.830 previstos en 2014), apreciamos mayores píérdidas. (...) Tras la derrota de España, estimamos ingresos totales entre 20 y 25 millones de euros, frente a unos costes de 35, lo que supone un impacto sobre el ebitda potencial entre 10 y 15 millones de euros".
Y es que, según recuerda Kepler Chevreux, el planteamiento inicial de la cadena de Fuencarral pasaba por rentabilizar siete partidos de España, tres de primera ronda y cuatro de eliminatorias. Ni siquiera el tercer partido de la fase inicial contra Australia que se disputa hoy tiene el mismo interíés para el anunciante. De igual modo, la ausencia de la selección nacional hace disminuir el interíés para las firmas de los 18 partidos restantes en abierto programados por el grupo italiano, lo que debería llevar a incluso a renegociaciones de la publicidad. Según estas estimaciones, los 35 millones de gastos no sólo incluyen los derechos de emisión, sino tambiíén los costes de producción.
La firma de análisis N+1 lleva a cabo un estudio algo menos exhaustivo, pero llega a conclusiones similares. "Los derechos de la Copa del Mundo están divididos entre Mediaset, en abierto, y Digital+ (pago). Nuestras estimaciones para Mediaset incluían ingresos adicionales por este concepto de 20 millones de euros entre junio y julio. Ahora los recortamos en torno a 8 millones", subraya, situando en la brecha en 12 millones de euros. Este servicio tambiíén rebaja la contribución del efecto arrastre para el conjunto del sector: de los 22 millones que podía suponer el Mundial para las televisiones, la eliminación de España deja esa inyección extra en apenas 12.
Tiempo muerto
No es el único frente que tiene abierto Mediaset, despuíés de la oferta lanzada por Telefónica para adquirir el 22% que la empresa italiana atesora en Canal+. Ambas compañías se daban el viernes hasta el 4 de julio para tomar una decisión. La teleco ofrece 295 millones por el citado 22%, además de una serie de cantidades variables si se cumplen determinados hitos, la mayoría al alcance de la editora de Telecinco. Por ejemplo, esta se embolsará 10 millones más si la multinacional española cierra la compra del 56% de Prisa y otros 20 en función de la evolución de los clientes de la plataforma en los próximos cuatro años. Finalmente, la renuncia al derecho de tanteo le reportaría 30 millones extras.
Para N+1, la cuestión está clara. La sociedad de Paolo Vasile dirá sí. Primero, porque Canal+ no encaja bien en su modelo de negocio, teniendo en cuenta la rápida convergencia de la banda ancha y la televisión de pago. Segundo, en tanto duda de que Mediaset tenga el tamaño y el know-how como para colaborar en la gestión de la empresa. Tercero, por la dificultad de llevar a buen puerto una compañía 50%-50%. Y cuarto, en la medida en que la propuesta de Telefónica es atractiva. "No obstante, no debe descartarse que Mediaset luche por obtener una mejora en el precio", remacha la firma de análisis. Para tomar nota.