Las dudas en torno a la salud financiera de Abengoa son un recurrente que la compañía ha intentado combatir en el último año con una ampliación de capital y dos estrenos en el Nasdaq con los que ha conseguido captar más de 1.000 millones de euros, que se suman a los otros mil millones que obtuvo un año antes con la venta de Befesa.
A pesar de todos estos movimientos, la compañía controlada por la familia Benjumea, que acaba de retornar al Ibex 35 con más pena que gloria (acumula una caída del 6,9% desde su vuelta el pasado lunes), sigue generando desconfianzas, como demuestra el hecho de que el peso de los bajistas en su capital se haya disparado en esta primera quincena de junio, hasta máximos desde septiembre de 2013 y haya pasado del 3,17% al 5,85%.
A estas dudas en torno al valor se suma el hecho de que la compañía de la familia Benjumea recurriera al fondo Elliot para obtener financiación por 200 millones de euros... justo cuando estaba ampliando capital y sellando la primera de sus dos recientes salidas a bolsa, es decir, el pasado octubre.
Según ha podido confirmar El Confidencial, este críédito se negoció directamente con Londres, cuartel general de Elliot en Europa, con la mayor discreción posible, como demuestra el desconocimiento que había hasta ahora de este príéstamo. Y eso que, sin desvelar al prestamista, la compañía hizo alusión a este príéstamo en el Día del Inversor (Investors Day) que celebró el pasado abril, dos meses antes de sacar a cotizar Abengoa Yieldco en el Nasdaq.
En ese encuentro,la compañía explicó que había financiado las útimas plantas solares que ha desarrolado en España, Solaben 1 y Solaben 6, con un críédito equity unlock de 200 millones. Bajo ese complejo tíérmino lo que se escondía era Elliot.
Con 21.000 millones de dólares (15.445 millones de euros) bajo gestión, este fondo, tachado de buitre por su especial habilidad para cerrar operaciones oportunistas, es famoso por haber sido quien llevó al Gobierno argentino ante los Tribunales por el impago de sus bonos. Más de una díécada despuíés, la Justicia le ha dado la razón y ha dejado al país suramericano al borde de la bancarrota.
Financiación alternativa
Fuentes del mercado explican que suele ser habitual solicitar estos príéstamos a estos fondos cuando se están realizando colocaciones en bolsa, ya que permiten refinanciar críéditos o afrontar necesidades puntuales de liquidez sin hacer ruido ni perjudicar los ratios que tanto mira el mercado ante cualquier estreno en el parquíé.
"Si en medio de una salida a bolsa se filtra que una empresa ha solicitado un críédito, se traslada el mensaje de que la empresa necesita financiación, lo cual le penaliza", explica una fuente conocedora de este príéstamo. Además, apunta que estas financiaciones permiten computarse como inversión y, por tanto, no castigan al ratio de apalancamiento.
Desde Abengoa niegan que en su caso esto sea así y aseguran que este príéstamo se enmarca dentro de su política de diversifiación de fuentes de financiación. Pero no todo son parabienes, ya que a cambio de la mayor discreción que ofrecen estos fondos está el hecho de que estos príéstamos son más onerosos.
No obstante, un especialista en este tipo de transacciones tambiíén apunta a que en este caso concreto, al tratarse de una empresa de la envergadura de Abengoa y de un importe relativamente menor para las cifras que manejan estas compañías, se puede haber llegado sin especiales problemas a un acuerdo. Aunque admite que, en cualquier caso, es un tipo de financiación más cara que la tradicional.