Blog de Marc Vidal. [es]: ¿QUE LE PASA AL MUNDO?
¿QUE LE PASA AL MUNDO?
¿QUE LE PASA AL MUNDO?
El dinero ya no es dinero. Me explico. El dinero es un recurso “natural†como el agua, el petróleo, la temperatura y el arroz. Todo el sistema económico sobre el que descansa nuestra existencia depende de su explotación natural. Que falte provoca terribles consecuencias, su escasez a nivel financiero genera situaciones de crisis que el mundo desconocía hasta la fecha. Seguramente este será el motivo por el que todas las medidas que los bancos centrales de medio planeta y el gobierno de los Estados Unidos, no sirvan para nada, probablemente, ante tal desconcierto sólo sirvan para empeorar el asunto, o en el mejor de los casos para retrasarlo un par de años.
Resulta que no hay suficiente dinero en este mundo. Así de simple y así de dramático. La crisis financiera parte de la conversión en dinero de elementos que no lo eran: bonos, productos financieros incontrolados, inversiones en paquetes sofisticados, etc. Al intentar canjearlos el sistema descubre que no valen una mierda y el castillo se desmorona. El propietario del sistema decide “inyectar†capital líquido en el jardín de casa, pero las plantas ya no pueden crecer, están muertas. El mundo debe asumir que la forma de actuar hasta la fecha se ha agotado. Ahora toca esperar a que el nuevo presidente norteamericano tome posesión en enero del año próximo. Hasta final de año seguiremos viendo las inyecciones de “dinero†pero cada vez serán menos efectistas y ni los mercados los reflejarán. Es cuestión de tiempo, el virus será más inmune y la medicación menos eficaz. Sólo la logística, el conocimiento y los derivados de la productividad real serán los valores que se salvarán de las operativas financieras en ruina total. Será la traducción de lo que ha pasado esta semana pasada, donde, aunque lo prometiera, me neguíé a escribir hasta ver toda la evolución de la economía más inmediata. El lunes de la semana pasada intuí que iba a ser una semana movida y esperíé a hoy para su análisis.
Como era de esperar, el análisis oficial y mediático de lo que ha pasado esta semana en los mercados financieros se queda en una fábula, en una especie de sentencia final que pretende hacernos creer que estos días ha cambiado el modelo capitalista. El humor negro y la idiotez lo impregnan todo. La verdad es mucho más afilada pues en breve, medio año a lo sumo, el colapso de la economía real de los Estados Unidos inoculará el veneno de las reformas estructurales imprescindibles en medio mundo. Mientras llega, vamos a ver que ha pasado hasta la fecha.
Todo empezó con la relajación obscena de la política de concesión de príéstamos de la banca americana.
Las famosas hipotecas subprime existen desde hace díécadas pero nunca asumieron de forma tan masiva tanto riesgo.
Como sabemos todo se vino abajo cuando el NCF se declaró en quiebra.
No lo sabíamos pero estábamos en la antesala de una crisis sin precedentes y que ahora ya sentimos en toda su envergadura.
Tambiíén conocemos el hecho de que la crisis se ha trasladado a todo el planeta por culpa de esa manía de empaquetar hipotecas basura en elementos que eran muy rentables y sin riesgo aparente.
La cosmíética financiera contagió el sistema con los famosos CDO’s.
Cuando estos vehículos financieros perdieron valor bursátil empezaron las fisuras.
Ahora sabemos que más de medio billón de dólares se ha ido por el desagí¼e en el último año.
Esta crisis tiene el mismo factor estructural equivocado. Se consideró que cualquier activo se revaloriza eternamente.
Ese principio de retasación del sistema de activos es el mismo que se cargó las vinculaciones financieras en el siglo XVII con los tulipanes, en el 29 y con las puntocom.
Sin embargo la novedad ha sido el conjunto de quiebras de toda la banca de inversión.
Lehman Brothers o Bear Stearns llenaron su balance con activos como titulizaciones de hipotecas basura.
Han pasado de activos de moda a productos tóxicos en Wall Street.
Por primera vez en la historia de la economía de este planeta, las titulizaciones que estos bancos tenían adoptadas empezaron a depreciarse muy rápidamente.
Los bancos estaban repletos de este tipo de productos y dejan de prestarse dinero entre ellos porque nadie se fia de nadie.
La falta de financiacion impide hacer frente a el cumplimiento de amortizaciones y algunas entidades quiebran.
Como el mundo de los CDO’s era como Disneylandia, algunas aseguradoras se meten en el negocio de la economía financiera sofisticada.
Entidades aseguradoras como AIG vinculan sus pólizas de garantía a títulos ligados a hipotecas basura sin ellos saberlo.
Bear Stearns quiebra por falta de confianza en el sector inversor.
Lehman Brothers aguanta gracias a el flujo especial de liquidez pública, pero la herida ya estaba abierta y en pocos meses deja de cumplir con sus compromisos.
La Reserva Federal abandona a su suerte a Lehman para averiguar hasta que punto aguanta la economía un descalabro de esta envergadura.
Se dan cuenta que el sistema lo digiere sin dificultad, y decide poner la carne sobre el asador de la aseguradora AIG.
Deciden salvar momentáneamente a la mayor aseguradora del mundo para evitar un colapso económico de alcance planetario.
Muchos impagos sobre activos, en la mayoría de bancos del mundo tienen cuotas de provisión ejecutables a partir de seguros vinculados a AIG.
Así, el colapso de AIG podría haber originado píérdidas incalculables tanto en bancos como en los ciudadanos de a pie.
El sistema busca culpables en lugar de remedios.
Un culpable aparente es Alan Greenspan por mantener los tipos durante mucho tiempo en niveles del 1%.
El colectivo con mayor responsabilidad sobre lo sucedido nada tiene que ver con un sistema opaco o liberal.
Los delincuentes que prestaron dinero sistemáticamente exponiendo el sistema a lo que ahora vivimos son los verdaderos causantes del conflicto.
Es evidente que las agencias de ráting tambiíén se lucieron cuando colocaron la triple A a productos que luego se ha demostrado que eran un pufo.
Otros responsables los tenemos en la vuelta de la esquina. Aquellos galanes de la incultura económica que invirtieron en productos complejos vinculados a hipotecas basura, sin tener puta idea de lo que compraban.
Como la crisis era difícilmente mesurable, no hubo nadie que fuera capaz de tomar medidas claras y efectivas. Así nos fue. El dinero público no pudo intervenir hasta que la crisis ha aflorado.
Sabemos que la política y los políticos son cobardes pues dependen de la altura a la que quedan sus pantalones justo antes de ser sodomizados. Por eso han tardado tanto en actuar con esa dosis de intervencionismo tan discutible como inútil.
Empieza la guerra por captar pasivo pues la banca española, y otras en Europa, tienen problemas para cumplir en los vencimientos de bonos.
Algunas cajas españolas están sufriendo mucho en cada subasta de liquidez pues no pueden hacer frente a las mismas.
Esta compleja situación de nuestra banca encarece los costes de financiación y acaba erosionando las cuentas de las entidades financieras españolas.
Se desconoce el impacto del incumplimiento previsible de esos compromisos.
La mora de nuestras entidades está llegando a ratios previsibles pero preocupantes. La velocidad en la que se produce está poniendo nerviosos a los gestores de capital público.
Es un secreto a voces que el Gobierno prepara intervenciones para “ayudar†a que una entidad saneada se haga con varias en riesgo evidente.
Sin embargo, hasta que en Estados Unidos no se estabilice el mercado inmobiliario no va a haber forma de parar el circuito siniestro en el que se ha metido medio planeta.
Hasta que la tasación patrimonial no llegue al subsuelo de su valor, no se sabrá lo que realmente valen los títulos ligados a esas hipotecas.
Elagujero en los balances de las entidades financieras americanas no se podrá tapar con el plan de choque anunciado recientemente.
El Dow Jones, ayer, así lo estimó. Cae porque no ve que el plan sea efectivo y el petróleo circula al alza a cambio de gestionar una salida de mercado.
La crisis real aun no ha empezado. Esto es una especie de precrisis del sistema que no hace más que evidenciar una escena crítica.
Cuanto más tarde el sistema en traducir en la economía real el reventón peor y más larga será la salida.
A medida que más instituciones financieras entren en crisis, la liquidación de sus activos a unos precios irrisorios arrastrará a la baja los de otras entidades y, por lo tanto, generarán nuevas píérdidas.
En resumen, días despuíés me sorprende relativamente la euforia y la tranquilidad posterior con que se vive el hecho de que la política haya decidido salvar la economía. El sistema está dañado, las economías de medio mundo han recibido un enorme castigo en los últimos tiempos. Aun hay entidades financieras en dificultades muy severas. La opacidad con la que se estuvo trabajando estos años ha provocado que nadie sepa con certeza el punto exacto en el que se encuentra esta crisis, y por supuesto su verdadero alcance, pero estíén tranquilos, somos españoles y a nosotros no nos puede pasar nada. Aquí estamos en crisis tíécnica y no se contempla la recesión. Sigamos emprendiendo, optando por la capacidad de cada uno de nosotros en generar negocios e ideas porque los que tienen que allanar el camino, preparar el escenario y subvencionar las ideas, están a sus cosas, que, evidentemente, no son las nuestras. Que suerte tienen los del Opus que saben rezar…