Creo que sí tiene uso de razón, pero este ministro tiene dos problemas, el primero es tener que acatar las decisiones de partido (por encima de las de gobierno), y eso pasa por no reconocer o minimizar los efectos de la crisis, puesto que si no lo hace, tendría que admitir abiertamente que engañó a todos los españoles antes de las elecciones.
El segundo, creo es común a todo el gobierno y no sólo a este ministro, y está intimamente ligado al anterior, y es que puesto que no se puede dar una visión real, esa visión sesgada o irreal de la realidad de la economía, acaba por hacerse oficial y por creersela todos ellos, la hacen suya, y claro, cualquier medida que se tome estará mal tomada.
Si partes de una situación inicial, cualquier medida que se adopte estará destiinada a arregar esa situación, pero es que esa situación no es tal, es muchísimo peor y cada día empeora. Así la percepción del gobierno tambiíén empeora, pero nunca está al mismo nivel que la realidad.
Vamos que son unos farsantes puesto que viven en un engaño.