Por... Jorge V. Jaime
La huelga de obreros sudafricanos en los sectores del metal y la ingeniería, que cuesta millones de dólares diarios, es improbable que termine esta semana debido a nuevas exigencias de los empleadores, avisaron hoy delegados sindicales.
Directivos de las patronales están exigiendo que los gremios laborales entreguen varios de sus derechos de negociación y firmen una nueva llamada cláusula de paz.
Esta enmienda en el contrato colectivo impediría a los sindicatos demandar otras cuestiones en un plazo de tres años dentro de los niveles de empresa o de planta, excepto bajo autorización del Concejo de Negociación Nacional.
La Unión Nacional de Trabajadores Metalúrgicos de Sudáfrica (Numsa) informó que está recibiendo retroalimentación de sus 220 mil miembros huelguistas, quienes analizan la última oferta salarial de los ejecutivos empresariales.
Por su lado, la Federación del Acero y de la Industria de la Ingeniería (Seifsa) recordó que la propuesta es de un alza salarial de 10 por ciento y el grupo tiene hasta este viernes para responder de lo contrario retirarían nuevamente la proposición.
Alertamos que la resolución del 10 por ciento conducirá inevitablemente a píérdidas masivas de empleo ya que las empresas buscan reducir costos y no van a trasladar los aumentos de gastos a sus clientes, subrayó el presidente ejecutivo de Seifsa, Kaizer Nyatsumba.
El secretario general de Numsa, Irvin Jim, advirtió ayer sobre un riesgo real de un colapso total en la negociación salarial colectiva en el sector del metal y la ingeniería, porque -dijo- los obreros pueden rechazar el último ofrecimiento de los empleadores.
Este paro de miles de trabajadores metalúrgicos ha durado tres semanas y la ministra del Trabajo, Mildred Oliphant, tuvo que intervenir debido a serias afectaciones en el suministro de piezas de automóviles, embalaje, energía y construcción de instalaciones elíéctricas.
Esta medida de fuerza comenzó pocos días despuíés de resuelta una huelga minera de cinco meses en el campo del platino que indujo una caída del producto interno bruto en 0,6 por ciento en la tasa intertrimestral anualizada a precios de mercado.
