(PL)
Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) dieron un impulso al establecimiento del Banco del Sur, como institución para fomentar el desarrollo regional equilibrado y sustentable.
Los titulares efectuaron en el Palacio de San Martin, la sede protocolar de la Cancillería argentina, la II sesión del Consejo de Ministros de la Unasur y la IV Reunión del Consejo Suramericano de Economía y Finanzas.
Los participantes examinaron la situación de la región frente a la crisis que se mantiene en las naciones desarrolladas, que genera movimientos de capitales especulativos y dificultan las políticas cambiarias de los países y los programas económicos de cada uno.
Asimismo, avanzaron en la creación del Banco del Sur, institución de fomento que cobra fuerza particular a partir del reciente lanzamiento del Banco de Desarrollo del Grupo Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica).
Esa entidad, propuesta por el ahora extinto presidente Hugo Chávez, tiene por objetivo financiar obras de infraestructura y desarrollo en los países emergentes de la región.
En apoyo a Argentina, los ministros de Unasur manifestaron preocupación por el fallo del juez neoyorquino Thomas Griesa, respecto de la deuda pública argentina, que podría afectar cualquier reestructuración de pasivos soberanos a futuro.
El canciller argentino, Híéctor Timerman, quien actuó de anfitrión, destacó que el encuentro refuerza las gestiones en aras de la integración regional, y abogó por un avance aún más expedito en este camino iniciado a partir de la creación de la Unasur.
El ministro argentino de Economía, Axel Kicillof, quien tuvo a su cargo las palabras de apertura advirtió que el crecimiento de los países de la región se ve amenazado por la crisis en las naciones industrializadas.
Alertó que una de las soluciones que quieren darle sus gobiernos es trasladar la crisis a los países emergentes.
El secretario adjunto de la Comisión Económica para Amíérica Latina y el Caribe (Cepal), Antonio Prado, se refirió a la necesidad de reducir las asimetrías productivas entre los países y profundizar el mercado regional para avanzar hacia la inserción internacional con igualdad.
En esa dirección, consideró fundamental la formación de cadenas de valor para el mercado exportador, y sugirió que para ello es preciso desarrollar manufacturas de media y alta tecnología.