Dice Juan Ramón Rallo:
La economía española se halla absolutamente devastada tras una burbuja financiera, una burbuja inmobiliaria y una burbuja estatal: todas ellas mal pinchadas y peor saneadas. Su capacidad de generación de riqueza se halla por los suelos, por eso el único empleo que es capaz de crear a corto plazo es el que se está creando.