EFE
El Banco de Japón (BOJ) comenzó su reunión de dos días sobre política monetaria, en la que se espera que mantenga su agresivo programa de flexibilización monetaria y que analice la posible desaceleración de la economía nipona.
Los nueve miembros de la junta de política monetaria del BOJ votarán el mantenimiento del programa de compra masiva de deuda pública y activos de riesgo iniciada en abril de 2013 para duplicar la base monetaria del país y lograr que la inflación interanual se sitúe en torno al 2 por ciento para 2015.
La junta, liderada por el gobernador del banco central nipón, Haruhiko Kuroda, tambiíén examinará el impacto que ha tenido en la economía nipona la subida de impuestos sobre el consumo del 5 al 8 por ciento, que entró en vigor el pasado 1 de abril.
El BOJ ya advirtió de que esta medida, destinada a terminar con el ciclo de casi dos díécadas de deflación, podría frenar el gasto de los hogares y de las empresas y provocar una contracción de la economía.
No obstante, los primeros datos disponibles sobre el período abril-junio apuntan a que los efectos negativos de la subida del gravamen son menores de lo previsto, señaló una fuente de la entidad a la agencia Kyodo.
Por ello, está previsto que el BOJ decida mantener su evaluación sobre la economía nacional en la que observa una "tendencia de recuperación moderada", apuntó la misma fuente.
En su reunión precedente, celebrada los días 14 y 15 de julio, el BOJ rebajó en una díécima su previsión de crecimiento del producto interior bruto nipón (PIB) para 2014, hasta el 1 por ciento, debido al impacto de la reciente subida del impuesto sobre el consumo.
En cuanto a la inflación, el banco central nipón analizará la subida de precios actual estimada en torno al 1,25 por ciento interanual, por lo que prevíé que se cumplirá el objetivo del 2 por ciento en el plazo fijado para 2015.
Asimismo, el BOJ podría rebajar su evaluación sobre las exportaciones y la producción industrial, tras los últimos datos negativos registrados por estos dos indicadores.
En junio, las exportaciones niponas bajaron un 2 por ciento interanual mientras que las importaciones aumentaron un 8,4 por ciento, lo que dejó un díéficit comercial de 820.200 millones de yenes 5.980 millones de euros), el mayor hasta ahora registrado en dicho mes y el vigíésimo cuarto consecutivo.
La producción industrial, por su parte cayó un 3,3 por ciento en junio respecto al mes precedente, el mayor retroceso en los últimos tres años.
No obstante, la previsible revisión a la baja sobre estos indicadores no tendría ninguna consecuencia sobre la política del banco central, señalaron fuentes de este organismo.