Jueves 25.09.2008 EL CORREO GALLEGO
"No debemos poner todos los huevos en el mismo planeta"
Hawking augura un desastre en cien años y cree que el futuro de la humanidad está en el espacio
Si son de los que temen que la humanidad sea engullida por un agujero negro generado en el reciíén estrenado gran acelerador de partículas de Ginebra, el LHC, sáquense la idea de la cabeza, es pura ciencia ficción. Claro que eso no significa que el futuro del planeta pinte de color rosa. Según el escenario que dibujó ayer en Santiago el cíélebre cosmólogo Stephen Hawking, el día de mañana hará realidad otra fantasía literaria y el futuro pasará, si la humanidad quiere durar otro millón de años, por emigrar al espacio exterior.
"Creo que el futuro a largo plazo será en el espacio. Será ya muy difícil evitar un desastre en el planeta Tierra en los próximos cien años, no ya en mil o un millón. La raza humana no debería poner todos sus huevos en la misma cesta, o en el mismo planeta. Esperemos poder evitar que la cesta se caiga hasta haber esparcido la carga", dijo en respuesta a este diario.
Hawking hizo toda una excepción y concedió una rueda de prensa -que no ofreció ni con motivo del Premio Príncipe de Asturias-, en la que respondió en persona, a travíés de su sintetizador de voz, y previa grabación, 12 de las preguntas remitidas por los medios, que recibieron por escrito respuestas a otras 12 más, para evitarle un esfuerzo aún mayor.
Clima y responsabilidad
Hawking sugiere que un gran desastre nuclear o vírico obligará a la humanidad a buscarse la vida en el espacio exterior, aunque además de trazar un camino de huida, recalca que la ciencia tambiíén debe intentar paliar las agresiones al planeta. "Mientras estamos al borde de una segunda era nuclear y un periodo de cambio climático sin precedentes, los científicos tienen una responsabilidad especial de informar al público. Como científicos estamos aprendiendo cómo las actividades humanas y tecnológicas afectan a los sistemas climáticos en formas que podrían cambiar para siempre la vida en la Tierra (...). Tenemos el deber de alertar de riesgos innecesarios que vivimos cada día y de los peligros que prevemos si gobiernos y sociedades no toman acciones", añadió.
Pero el daño que el hombre inflige a la naturaleza no es la única autoamenaza como especie. Hawking vuelve a convertir ciencia ficción en realidad y está "convencido" de que en el próximo siglo el avance en la ingeniería geníética hará posible crear superhumanos, con más memoria, más resistencia a la enfermedad y una vida más larga, y que esto ocurrirá por mucho que las leyes lo prohíban. El resultado, todo un mundo feliz huxleyano: problemas políticos graves con humanos no mejorados que, incapaces de competir, "morirán o se convertirán en irrelevantes".
Ni siquiera una vuelta al pasado podría evitar tal sino. Hawking, que dedica un capítulo a los viajes en el tiempo en su Brevísima historia del tiempo, advirtió que, aunque estos fuesen posible, no se podría cambiar de rumbo. "Si se pudiera volver a 1475, cuando nació Fonseca, solo se podría observar su nacimiento, no cambiar la historia", respondió con humor, refiriíéndose al impulsor de la Universidade de Santiago, que da nombre al premio que recogerá el sábado.
Mejor que no exista el Higgs
El bosón de Higgs, partícula elemental clave que se busca en el LHC de Ginebra y en cuya existencia Hawking no cree, tampoco faltó en la batería de preguntas. "Creo que será mucho más interesante que no se encuentre el Higgs. Nos mostraría que algo está mal y que necesitamos volver a pensar sobre ello. Tengo una apuesta de cien dólares a que no se encontrará", recordó. En cualquier caso, insistió Hawking, tanto el gran acelerador como el programa espacial "son vitales si la raza humana no quiere hacer el ridículo y, eventualmente, desaparecer".
La ingeniería geníética -augura- creará superhumanos. Los demás, morirán o serán irrelevantes
Un antídoto a la "baja estima" de la ciencia
Hawking respondía por la mañana a la prensa que "la baja estima" en la que se tiene a la ciencia y a los científicos está teniendo serias consecuencias en una sociedad que, paradójicamente, vive gobernada por ella. Cada vez, dijo, hay menos vocaciones científicas, pero su visita a Santiago sin duda despertará y afianzará más de una. El científico llenó por la tarde hasta la bandera el aula magna de la Facultade de Física, donde dio una conferencia titulada Por quíé se infló el universo. Mañana repetirá con una generación más joven, presentando su último libro, para un público infantil y juvenil, en el IES Rosalía.
Botafumeiro al son del himno del Antiguo Reino
El Concello de Santiago organizó ayer una comida en honor a Hawking, en el hotel Puerta del Camino. Además de autoridades locales y acadíémicas, pudieron compartir mesa con el cíélebre científico un reducido grupo de alumnos de Secundaria. Como broche de oro, unos gaiteiros interpretaron el himno del Antiguo Reino de Galicia y se le obsequió con un pequeño botafumeiro de plata, en recuerdo del simbólico peregrinaje del lunes, que concluyó admirando al autíéntico gran incensario en plena acción, una experiencia que tanto íél como sus acompañantes disfrutaron enormemente. Hoy visitará Fisterra .
"Las leyes científicas no dejan mucho espacio para Dios"
En el eterno debate ciencia-religión, Hawking (Oxford, 1942) es de los que creen que son conceptos poco compatibles. El prestigioso físico apunta que la ciencia pronto debería proveer una respuesta definitiva de cómo empezó el universo, gobernado por leyes científicas. "Estas leyes deben cumplirse sin excepciones o no serían leyes. Esto no deja mucho espacio para milagros o para Dios", respondió ayer.
Muchos otros necesitarían aferrarse a un credo para sobrellevar su esclerosis lateral amiotrófica, pero íél es todo un ejemplo de lucha por la vida en sí misma.
"Soy más feliz ahora"
"No tengo casi nada positivo que decir de la enfermedad, pero me enseñó a no compadecerme, porque otros estaban peor, y seguir con lo que aún podía hacer. Soy más feliz ahora que antes de desarrollar mi condición. Como explicaríé el sábado, hay salida de un agujero negro (...). Mis expectativas fueron reducidas a cero a los 21 años. Desde entonces, todo ha sido un extra", comentó. Desde que ha perdido la poca movilidad que le quedaba en sus manos, ha pasado de emitir unas 45 palabras por minuto a solo una o dos. Su mente, sin embargo, no ha perdido un ápice de rapidez y mantiene una intensa actividad científica. En el campo del arte, es un amante de la ópera, sobre todo de Wagner y Bizet. Ideológicamente se define socialista, aunque desencantado de la política de Blair, sobre todo en la guerra de Irak. Gordon Brown, dice, es "un buen hombre" .
Este señor parece que se ha pasado a la literatura, en vez de seguir con las ciencias.... Saludos