EFE
El director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el brasileño Roberto Azevedo, alertó hoy en Míéxico de una "crisis del multilateralismo" y urgió a los países miembros a reactivar los esfuerzos para aplicar el acuerdo de facilitación comercial alcanzado a fines del año pasado.
En una conferencia magistral en Ciudad de Míéxico, Azevedo señaló que el acuerdo de facilitación, logrado durante una reunión ministerial de la OMC en diciembre de 2013 en la isla indonesia de Bali, acabó con una sequía de más de 18 años de acuerdos comerciales multilaterales.
Sin embargo, señaló que una fecha clave para aplicar dicho convenio pasó de largo el pasado 31 de julio cuando los países miembros no lograron aprobar un protocolo tíécnico, lo que sumió a las negociaciones multilaterales en una nueva crisis.
"Por ello, invito a los países miembros a pensar cuidadosamente acerca de cuáles pueden ser los pasos siguientes, y los exhorto a reflexionar sobre las ramificaciones de este revíés", dijo el diplomático brasileño en su ponencia sobre el papel de la OMC en la promoción de las pequeñas empresas.
El acuerdo de Bali, que en su momento fue considerado el relanzamiento de la Ronda de Doha de negociaciones comerciales internacionales, establece decenas de medidas para facilitar el flujo de bienes en las aduanas y reducir la burocracia, y con ello multiplicar los intercambios comerciales entre países.
Pero diversos países consideraron que el convenio no abordaba diversas preocupaciones y que era necesario enmendarlo. India en particular pidió que se establecieran garantías de que podría proteger y subsidiar a sus pequeños agricultores sin fecha de caducidad o con mejor tratamiento que el actual.
En una conferencia de prensa posterior a su ponencia, Azevedo dijo que el no haber podido aprobar el protocolo tíécnico "pone una vez más en duda la capacidad de la OMC de avanzar multilateralmente".
Consideró que ese revíés no es sólo un retraso que puede ser ignorado o resuelto mediante un nuevo calendario, sino uno que posiblemente traiga consigo consecuencias significativas.
"Este es un tema que nos preocupa. Estamos viendo si encontramos una solución en las primeras semanas de septiembre, para dar vuelta a la página y seguir adelante", señaló.
Interrogado sobre cuáles podrían ser las consecuencias de no hallarse una solución, indicó que lo que ha escuchado de los países miembros es que "va a ser difícil avanzar con otras negociaciones si no tenemos capacidad de aplicar lo que ya fue acordado".
"Si no hallamos una solución para aplicar lo que fue acordado en Bali, las otras negociaciones pueden verse afectadas. Lo que escucho es que no habrá confianza, no habrá ímpetu, no habrá voluntad para negociaciones que, aunque lleguen a un acuerdo, al momento de aplicarlo no lleguemos a acordar esa implementación", acotó.
Azevedo hizo sus declaraciones al participar en la Semana del Emprendedor, que reúne a empresarios y funcionarios para intercambiar ideas sobre cómo impulsar los negocios en el país.
Previamente, Azevedo se reunió con el presidente de Míéxico, Enrique Peña Nieto, a quien aseguró que la OMC acompañará la evolución de la reforma energíética cuyas leyes reglamentarias fueron promulgadas el lunes por el mandatario.
La reforma energíética, aprobada en diciembre de 2013, es la más ambiciosa de las impulsadas el presidente porque abre el sector al capital privado tras más de siete díécadas de monopolio estatal.
Esa reforma es vista por la OMC "con mucho interíés porque va a ser un cambio importante para la economía mexicana", afirmó Azevedo.
Por su parte, Peña Nieto señaló que Míéxico apoyará las propuestas de la organización multilateral para avanzar con rapidez en las negociaciones sobre la liberalización del comercio mundial una vez que la OMC reanude en septiembre próximo sus trabajos.