Japón registró en julio un díéficit comercial de 964.000 millones de yenes (9.350 millones de dólares, 7.037 millones de euros), lo que supone el vigíésimo quinto mes consecutivo en rojo, informó hoy el Gobierno.
No obstante, el díéficit comercial nipón de junio fue un 6,6 por ciento inferior al registrado un año antes, de 1,032 billones de yenes (10.010 millones de dólares, 7.533 millones de euros), según los datos provisionales publicados por el Ministerio de Finanzas de Japón.
Las exportaciones crecieron un 3,9 por ciento interanual, hasta los 6,188 billones de yenes (60.023 millones de dólares, 45.172 millones de euros). Las importaciones subieron por su parte un 2,3 por ciento, hasta los 7,152 billones de yenes (69.374 millones de dólares, 52.209 millones de euros).
Por productos, los que más contribuyeron al alza de las ventas al exterior fueron los alimentos (un 3,9 por ciento más interanual), el equipamiento de transporte (1,1 por ciento) y la maquinaria elíéctrica (0,7 por ciento).
En cuanto a las importaciones, los mayores incrementos se registraron en las categorías de bienes manufacturados (0,5 por ciento) y de combustibles fósiles (2,2 por ciento), y dentro de esta última destaca la subcategoría del petróleo, cuyas importaciones crecieron un 1,1 por ciento interanual.
Modelo energíético
Esto se debe al modelo energíético actual de Japón, basado sobre todo en los combustibles fósiles y dependiente en un 90 por ciento de las importaciones debido a que mantiene apagados todos sus centrales nucleares tras el accidente de la planta de Fukushima, dañada por el terremoto y el tsunami de marzo de 2011.
Por países, la balanza comercial con China -el mayor socio comercial de Japón en Asia- arrojó en junio un díéficit de 321.600 millones de yenes (3.119 millones de dólares, 2.347 millones de euros), un 17,2 menor que en julio de 2013.
El comercio con EE.UU., la primera economía del mundo, dejó un excedente de 477.845 millones de yenes, (4.635 millones de dólares, 3.488 millones de euros), un 3 por ciento menos.
Con la Unión Europea, Japón registró un díéficit de 49.528 millones de yenes (480 millones de dólares, 361 millones de euros), un 52 por ciento menos que en julio de 2013.
