Nacieron con el objetivo de dinamizar el mercado inmobiliario y es lo que están haciendo. Las cuatro socimis que están ya cotizando en España han invertido 1.558 millones de euros desde que hicieron su debut en bolsa, las primeras hace apenas cinco meses.
Axia, Hispania, Lar y Merlin son sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria que cuentan con una serie de ventajas fiscales, como la exención del pago del Impuesto de Sociedades. Esto las convierte en vehículos muy atractivos para la multitud de inversores extranjeros que quieren aprovechar el momento en España, ahora que los precios y las rentas empiezan a tocar fondo y la economía lanza señales de recuperación.
Con la intención de demostrar su potencial y capacidad para encontrar activos de calidad y rentables, ya que tienen que distribuir en dividendos el 80% del beneficio no reinvertido, estas cuatro sociedades han sido las grandes protagonistas de las operaciones que se han cerrado durante los meses de verano.
Lar España Real Estate Socimi fue la primera que se estrenó en el parquíé. El 5 de marzo hizo su aparición con un capital inicial de 400 millones y tan solo 18 días despuíés comunicó a la CNMV su primera operación. La compra de dos centros comerciales situados en Irún y Palencia, por un importe total de 39,4 millones de euros.
A por los centros comerciales
Sin embargo, la sociedad no volvió a cerrar ninguna compra más hasta finales del mes de julio, cuando comunicó seis operaciones, que junto a la primera suponen un desembolso total de 212,8 millones.
La socimi del Grupo Lar, que se ha mostrado muy activa en el sector de los centros comerciales, ya cuenta con cinco complejos en su cartera de activos, que se compone además de dos edificios de oficinas y dos naves industriales.
La siguiente en nacer fue Hispania, el 13 de marzo. Su lanzamiento fue muy sonado por quien entró a formar parte de su capital, el magnate estadounidense George Soros y el financiero John Paulson. Además, el equipo de la sociedad está formado por Azora, la mayor gestora residencial de España.
Según su OPV, Hispania quiere utilizar los 500 millones que recaudó en su salida a bolsa durante los próximos tres años, para despuíés iniciar desinversiones totales o parciales en los tres años siguientes.
De momento, la socimi de Soros ya ha invertido 230 millones de euros en ocho edificios de oficinas y varios activos residenciales, además de tres hoteles, siendo la única que se ha atrevido a entrar en este sector. (Ver gráfico adjunto).
Líder en inversión
Con tan solo tres operaciones a sus espaldas, la Socimi Merlin Properties es la sociedad que mayor desembolso ha realizado y eso que su debut se produjo el pasado 30 de junio, siendo además la mayor salida a bolsa desde 2011 con una valoración de 1.250 millones.
Sus inversiones suponen ya el 83,68 por ciento del capital captado, concretamente 1.046,63 millones de euros, que ha destinado a la compra de un centro comercial y un edificio de oficinas, si bien una gran parte -739,5 millones- fue para la adquisición de Bosque y Tree Inversiones, que conjuntamente reunían 5 edificios que están arrendados a BBVA y 880 sucursales bancarias.
Finalmente, Axia Real Estate, que fue promovida por Luis López de Herrera-Oria, y que debutó en bolsa el pasado 9 de julio, alcanzando una valoración de 360 millones, se ha centrado en el sector logístico con la adquisición de cinco naves y un edificio de oficinas, lo que supone una inversión total de 69,3 millones de euros.
Cambios en la regulación
En 2009 fueron aprobadas las socimis, pero esa ley fue reformada en diciembre de 2012 y no ha sido hasta este año cuando se han empezado a aprovechar las ventajas que ofrecen estos vehículos de inversión que son muy similares a los REIT (Real Estate Investment Trust) anglosajones.
Concretamente, las sociedades españolas tienen que repartir el 80 por ciento de los beneficios obtenidos por rentas de alquiler, el 50 por ciento de las ganancias por ventas de activos y el 100 por ciento de los obtenidos de otras socimi.
A pesar de estas características, nuestro ríégimen es menos competitivo que el adoptado en otros países de nuestro entorno. Así lo explica Patricio Palomar, director de Research de la consultora CBRE, que considera que esto "termina afectando a los objetivos básicos de atraer la inversión y dinamizar el mercado, ya que los vehículos españoles deben competir con otras estructuras potencialmente más interesantes en otros mercados".