El Gobierno sigue dando pasos adelante en la privatización de Aena y ha desvelado las condiciones para los candidatos a convertirse en el núcleo duro de su accionariado. Estos tendrán un máximo del 21% del gestor de los aeropuertos españoles. El debut en Bolsa tendrá lugar el próximo mes de noviembre y supondrá la mayor privatización en España en los últimos 16 años.
El Ejecutivo, que controla Aena a travíés de Enaire, elegirá entre dos y cuatro accionistas de referencia, de forma que el porcentaje que podrá adquirir cada uno se situará entre un mínimo del 5% y un máximo del 11%. Los candidatos deberán contar con al menos 250 millones de euros disponibles para invertir o contar con la financiación necesaria. Igualmente, se exigirá a las empresas disponer de un balance de al menos 1.000 millones de euros, salvo que sea una firma cuya actividad principal sea la gestión de inversión, como los family offices. El requisito se reduce a 500 millones de euros.
Eso sí, los brókeres y las gestoras de fondos de inversión o planes de pensiones que estíén supervisados por la CNMV, el Banco de España o la Dirección General de Seguros (DGS) deberán contar con un el balance mínimo de 1.000 millones.
Los aspirantes podrán ir agrupados de dos en dos, o incluso de tres en tres. En el caso de estas presentaciones conjuntas, al menos uno de los partícipes de los que forman el grupo deberá cumplir con los requisitos económicos y este deberá controlar al menos el 30% de la sociedad que aúne a los socios.
El proceso tendrá dos fases. En la primera parte se determinarán aquellos candidatos que serán invitados a presentar ofertas. Para ello, Enaire tambiíén convocará un concurso con un pliego que fije los requisitos mínimos –de permanencia y solvencia económica, entre otros– que se les exigirán a los interesados.
En la segunda fase se elegirá a los accionistas de referencia. Se seleccionará a los futuros socios en función de cuatro criterios; el más importante es el del precio máximo que estíén dispuestos a pagar por las acciones de la compañía. El pliego explica que los inversores deberán fijar un precio máximo por acción en su solicitud, aunque si son elegidos acabarán abonando el precio fijado en la OPV para cualificados. Enaire no aceptará ofertas por debajo de 22,67 euros por acción, lo que supone valorar Aena en un mínimo de 3.400 millones. Será entre 34,33 euros (unos 5.100 millones para el 100% del capital) y por encima de 81 euros (más de 12.000 millones) cuando las solicitudes ganen puntos en este apartado. Eso sí, aún falta por conocerse el rango de la OPV, que aparecerá en el folleto de la colocación, al que la CNMV previsiblemente dará luz verde en octubre. El suelo de valoración que han dado fuentes financieras para el gestor aeroportuario se sitúa en torno a los 4.000 millones.
El segundo criterio es la capacidad del inversor para respaldar la OPV en tíérminos de demanda y precio, es decir, se primará la capacidad de los accionistas del futuro núcleo duro para atraer demanda, su credibilidad entre otros inversores institucionales y su experiencia tanto en infraestructuras como en otros sectores estratíégicos.
La capacidad para mantener su inversión en Aena es otro de los criterios, que fija un compromiso mínimo de un año, si bien, se dará una mayor puntuación a los inversores que tengan un compromiso inversor mayor de diez años. Además, el folleto explica que las ofertas podrán incluir un compromiso de no adquisición de más acciones de Aena.
Los interesados podrán presentar sus ofertas hasta el próximo 23 de septiembre. Enaire podrá comunicar hasta el día 29 de ese mes si han superado el primer corte. Los seleccionados dispondrán de plazo para presentar toda la documentación hasta el 7 del mes de octubre.
La última palabra,de la OPV
El precio al que comprarán estos accionistas de referencia será el mismo al que se venderán las acciones entre los inversores institucionales que acudan a la oferta pública de venta (OPV). Se espera que el precio definitivo se fije una vez que los bancos coordinadores de la operación hayan comprobado la demanda. Este proceso se llevará a cabo una vez que la CNMV haya dado luz verde al folleto de la colocación, previsiblemente en el mes de octubre.
Eso sí, los futuros accionistas de referencia podrán ofrecer, al margen de haber fijado un precio máximo por acción, una prima sobre el valor al que se venderán las acciones a los institucionales en la OPV. Será un sobreprecio en euros. El inversor que sea elegido, pagará esa eventual prima siempre y cuando el precio de la OPV sea inferior o igual al precio máximo que íél mismo ha ofertado. Todos los candidatos que hayan pasado la primera fase del proceso de selección del núcleo duro deberán acreditar una garantía de cuatro millones de euros.
Corporación Financiera Alba, el brazo inversor de la familia March, mantiene el interíés en participar en la privatización de Aena. Las ventas que ha llevado a cabo desde comienzos de 2013 y hasta cierre del primer trimestre han permitido a la sociedad cerrar marzo con una tesorería de 355 millones de euros. Las conversaciones se iniciaron meses atrás, y la familia aún está interesada.
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