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Autor Tema: DESTRONAR EL “REY Dí“LAR”...  (Leído 140 veces)

OCIN

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DESTRONAR EL “REY Dí“LAR”...
« en: Agosto 30, 2014, 07:46:21 am »
Por...   JARED BERNSTEIN



Hay pocas verdades absolutas acerca de la economí­a mundial, pero desde hace díécadas, una ha sido la del papel del dólar estadounidense como moneda de reserva del mundo. Y es un principio básico de la polí­tica económica estadounidense.
Despuíés de todo, ¿quiíén no querrí­a que su moneda fuera la que utilizan los bancos y gobiernos extranjeros para mantener sus reservas?

Pero una nueva investigación revela que lo que antes era un privilegio es ahora una carga que socava el crecimiento del empleo y alimenta los díéficits presupuestarios y comerciales. Para mantener encarrilada la economí­a americana, el gobierno tiene que abandonar su compromiso de mantener el estatus que como moneda de reserva tiene el dólar.

Las razones están mejor articuladas por Kenneth Austin, un economista del Departamento del Tesoro, en el último número de The Journal of Post Keynesian Economics. En el supuesto de que usted no tiene la revista a la mano, permí­tame resumirle.

Es ampliamente reconocido que varios paí­ses, entre ellos China, Singapur y Corea del Sur, bajan el valor de su moneda con respecto al dólar para impulsar sus exportaciones a Estados Unidos y reducir sus importaciones. Ellos compran un montón de dólares, lo que aumenta el valor del dólar en relación con sus propias monedas, con lo que pueden exportar más barato y nuestras exportaciones resultan más caras.

En 2013, el díéficit comercial de Estados Unidos era de 475 billones de dólares. Su díéficit con China por sí­ sola era de 318 billones de dólares.

Aunque Austin no lo dice explí­citamente, su trabajo demuestra que, lejos de ser una ví­ctima del manejo comercial, Estados Unidos es un participante dispuesto a participar a travíés de sus esfuerzos por mantener el dólar como moneda de reserva.

Cuando un paí­s quiere aumentar sus exportaciones usa el procedimiento anotado anteriormente para obtener mayores beneficios. Para apoyar este proceso, estos paí­ses suprimen su consumo y aumentan sus ahorros nacionales. Ahorrar más y consumir menos de lo que producen. Otros paí­ses - "emisores de moneda", como Estados Unidos- deben ahorrar menos y consumir más de lo que producen, es decir díéficit comercial.

Esto significa que los estadounidenses por sí­ solos no determinan sus tasas de ahorro y de consumo. Si los paí­ses con superávit comercial deprimen su propio consumo y utilizan sus excedentes de ahorro para acumular dólares, los paí­ses con díéficit comercial deben absorber los excedentes de ahorro para financiar su exceso de consumo o la inversión.

Esto no es sólo una cuestión de un escrito acadíémico. Es un análisis que Austin construye trabajando con el economista Michael Petti s y, sobre todo, con el expresidente de la Reserva Federal, Ben S. Bernanke.

Un resultado de esta situación, como se ve en toda la tibia recuperación de la Gran Recesión, es la demanda interna insuficiente en el propio mercado de trabajo de Estados Unidos. Austin argumenta de forma convincente que la míétrica correcta para estimar el costo de los trabajos es el valor en dólares de las ventas de reservas a los compradores extranjeros. Por su estimación, que ascendió a seis millones de puestos de trabajo en 2008, y íéstos tenderí­an a ser el tipo de empleos en la manufactura de altos salarios que son más vulnerables a los cambios en las exportaciones.

Destronar al "rey dólar" serí­a más fácil de lo que la gente piensa. Estados Unidos podrí­a, por ejemplo, hacer cumplir las normas para evitar que en otros paí­ses se acumule demasiado nuestra moneda. De hecho, otros lo hacen precisamente para evitar la exportación de puestos de trabajo. El ejemplo más reciente es la intervención de Japón para mantener bajo el valor del yen, cuando los bancos centrales de Asia y Amíérica Latina empezaron a comprar deuda japonesa.

Por supuesto, si menos personas demandaran dólares, las tasas de interíés - es decir, lo que Estados Unidos iba a pagar a la gente para mantener su deuda- podrí­a aumentar, sobre todo si los fabricantes nacionales fuertes demandan más inversión.

A otros les preocupa que los precios de importación más altos aumentarí­an la inflación. Pero considere los resultados de "pagar" para mantener el crecimiento de precios tan bajos a travíés de las exportaciones artificialmente baratas y grandes díéficit comerciales: debilitar la producción, estancamiento de los salarios (incluso con baja inflación) y los díéficit y las burbujas para compensar el desequilibrio comercial.

Vale la pena pagar pero para tener más empleo y de mayor calidad, recuperaciones más estables y un sector manufacturero revitalizado. Tener la moneda de reserva del mundo es un privilegio que Estados Unidos ya no puede permitirse.




•... “Todo el mundo quiere lo máximo, yo quiero lo mínimo, poder correr todos los días”...
 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...