La apuesta generalizada por la captación de pymes iniciada por el conjunto de la banca española ha comenzado a dar sus frutos. Los nuevos críéditos de menos de un millón de euros concedidos a empresas, aquellos que reclaman las de menor tamaño, sumaron un total de 66.984 millones de euros en el primer semestre del año.
Aunque la cifra apenas supone un alza del 5,6% frente a los 66.265 millones concedidos en el mismo periodo de 2013, el movimiento rompe una tendencia de caídas interanuales de seis años consecutivos, según los datos registrados por el Banco de España.
Para encontrar el último incremento de la serie en este periodo hace falta retrotraerse a 2007, cuando la concesión de críéditos de menos de un millón sumó 197.389 millones de euros en el primer semestre. Desde entonces, la concesión de nuevos príéstamos de pequeño tamaño ha ido descendiendo inexorablemente hasta reducirse a una tercera parte.
La tendencia es similar en tíérminos anuales, con caídas recurrentes desde los 372.676 millones concedidos en todo 2007 hasta los 134.425 millones registrados en el ejercicio 2013. Está por ver, eso sí, si el incremento del primer semestre de 2014 se sustenta lo suficiente como para marcar el primer ejercicio en seis años de concesión al alza.
La positiva evolución de este primer semestre está íntimamente ligada al foco que han puesto el conjunto de las entidades financieras españolas en el segmento de las pymes. Desde comienzos de 2014, y casi uno despuíés de que el Gobierno instara a la banca a reconducir el críédito a las empresas de menor tamaño, el sector en bloque ha lanzado campañas específicas de financiación para ellas.
Una de las iniciativas más destacadas ha sido la de Banco Santander, que lanzó Santander Advance, una campaña global dirigida a pymes que conlleva la inyección de 30.700 millones de euros en príéstamos al segmento este mismo año solo en España, en paralelo al apoyo logístico necesario para fomentar su internacionalización.
Ya antes de eso, CaixaBank había puesto en marcha CaixaNegocios, iniciativa con la que envió a 2.600 empleados a las calles con el objetivo de ganar 200.000 nuevos clientes entre pymes y autónomos en dos años. Solo en el primer trimestre ya había logrado la mitad, ofertando, entre otras cosas 2.000 millones en críéditos preconcedidos.
Bankia dispuso un montante similar para dar continuidad a su Plan Pymes. Sabadell, a su vez, lanzó Creer, prometiendo elevar en 11.000 millones de euros la financiación destinada a pymes durante 2014. Popular, de otra parte, ha seguido apostando por la concesión de críéditos ICO, que alcanzaban en junio su máximo histórico, con una concesión de 10.822 millones para pymes.BBVA, Bankinter, BMN, Ibercaja, Unicaja e incluso ING Direct, que hasta ahora solo se había dirigido a particulares, tambiíén llevaban a cabo iniciativas similares.
Este despliegue de oferta ha permitido además una sustancial rebaja del coste de financiación que afrontan las empresas de menor tamaño. El tipo de interíés cobrado por los nuevos príéstamos de menos de un millón caía en junio al 4,59%, su nivel más bajo desde junio de 2011 (hace un año se situaba en 5,38%).
La cifra, con todo, sigue siendo superior al 2,97% que pagan las pymes alemanas por financiarse e incluso que el 3,93% que pagan las italianas, pese a que actualmente España se financia en los mercados a menor precio que su vecino transalpino.
Más financiación y a menor precio por tanto, si bien habrá que esperar a final de año para comprobar si la tendencia se consagra. La estimación de Analistas Financieros Internacionales (AFI) es que el críédito destinado a pymes concluirá el ejercicio con un incremento neto mientras que el total del saldo vivo de críéditos –situado actualmente en los 1,422 billones de euros– sufriría un nuevo descenso.
A medio plazo, podría jugar un papel clave en este sentido la exigencia del BCE de que su nueva barra libre de liquidez, la TLTRO que pondrá en marcha en septiembre, se destine a conceder críédito a la economía real.
La financiación de las grandes compañías se resiente
Uno de los grandes problemas a la hora de medir el acceso de las pymes a financiación es que no existen estadísticas específicas al respecto. El dato más fiable, de momento, sigue siendo la división entre críéditos de menos y de más de un millón de euros que hacen los bancos centrales a la hora de ofrecer información estadística sobre la evolución del críédito. Las últimas estadísticas publicadas por el Banco de España revelan que en paralelo al incremento de la financiación concedida a pymes, los críéditos de mayor tamaño, destinados a las grandes empresas, se han visto fuertemente resentidos. Así, en los seis primeros meses de 2014 la banca ha prestado 108.713 millones de euros en críéditos de más de un millón, frente a los 132.653 millones que había prestado a este segmento en el mismo periodo del año anterior. La cifra podría sugerir que parte del apoyo financiero extraordinario a las pymes que se ha registrado entre enero y junio, un incremento en el primer semestre que no se había visto desde 2007, ha sido posible en parte a costa de reducir el volumen de príéstamos destinados a las grandes compañías. La caída interanual, con todo, es del 18%, frente al descenso del 29% que sufrió la concesión de nuevos príéstamos de gran volumen en el primer semestre del pasado año.
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