Por... MAURICIO JARAMILLO JASSIR
Estamos en un mundo en evolución. Una evolución violenta. Antes no había ciertas fuerzas que fueran tan visibles, desde abajo, caso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Hay redes sociales y una oferta de información instantánea. Eso ha creado una sensación de inseguridad iníédita. Que además tiene una dimensión objetiva: Rusia, Siria, Irak, Colombia... producen muertos. Antes no nos sentíamos tan tocados porque no existía ese puente mediático planetario y permanente, inmediato.
Ahora la gente joven se pregunta quiíénes son los árabes, quíé pasa entre Rusia y Ucrania. ¿Europa?
Se está definiendo el futuro de, por lo menos, dos regiones: Oriente próximo, con el Estado Islámico, y Europa Central y Oriental, con el conflicto OTAN-Rusia. Habría que agregar que en cada bloque hay organismos en crisis como la ONU y la OTAN, despuíés de fracasos en los noventa como Ruanda y Bosnia. Desde esa íépoca no logran cumplir las expectativas con las que fueron creados y se advierten límites, caso de la OTAN, donde hay naciones tratando de sacudirse de la influencia rusa. Igual la Liga írabe, por ejemplo, hoy precaria frente a la redefinición de los Estados. Si no hay Estados consolidados, pues ya se advierte esta crisis de identidades.