El Gobierno de Míéxico invertirá alrededor de 6.800 millones de euros para construir un nuevo aeropuerto en su capital que permita incorporar nuevas rutas y descongestione las actuales instalaciones, que son las segundas más utilizadas de Latinoamíérica.
Este mega proyecto supone una gran oportunidad para la constructora españolas, especialmente para OHL, que cuenta con una gran presencia en el país azteca y experiencia en la gestión de otros aeropuertos. Concretamente la actividad de la compañía en Amíérica Centra y del Sur supuso un 29% de las ventas totales, según la última presentación de resultados del primer semestre del año.
El grupo de Juan Miguel Villar Mir tiene la capacidad tíécnica y financiera para poder licitar por este proyecto, aunque es muy posible que las empresas que quieran participar en el desarrollo de la nueva terminal tengan que hacerlo en consorcio, ya que la obra será de gran envergadura y los terrenos donde se instalará el nuevo aeropuerto tienen una alta complejidad.
Así, la española seguramente tendrá que competir o compartir cartel con otras firmas locales, que según los analistas tienen muchas posibilidades de optar a este proyecto, como pueden ser las mexicanas ICA, Carso y Pinfra.
Esta última ya ha trabajado en otros proyectos con OHL, de hecho hace pocas semanas se adjudicó a ambos grupos la obra para la construcción de un tramo elevado de 13 kilómetros de la autopista Míéxico-Puebla. Este proyecto es la compensación por otra obra que habían ganado durante la anterior legislatura y que fue anulada por el actual gobierno de Puebla.
Según el informe que ha hecho público el Gobierno de Peña Nieto, este proyecto "exigirá el concurso de los mejores especialistas para ejecutar esta inversión pública". Así, los expertos apuntan a que las compañías que liciten deberán tener gran experiencia, poco apalancamiento y un buen nivel de flujo de capital.
En este sentido, Pinfra acaba de colocar acciones por más de 495 millones de euros, lo que le sitúa en buena posición de cara a la licitación. Asimismo, la mexicana ICA cuenta con gran experiencia, de hecho, fue la encargada de construir el actual Aeropuerto de la Ciudad de Míéxico en el año 1965. Sin embargo, la compañía ha tenido muchos problemas en la construcción de la línea 12 de metro y además presentó en el primer semestre un incremento de su deuda del 20% respecto al cierre de 2013, lo que sitúa el pasivo de ICA en unos 2.700 millones de euros al mes de junio.
A pesar de estos inconvenientes, los analistas aseguran que la compañía ha realizado varias desinversiones en los últimos meses para limpiar su balance y estar lista para concursar en grandes proyectos de infraestructuras.
El Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Míéxico (AICM), contará cuando estíé terminado con seis pistas y dos terminales, frente a las dos pistas con las que cuenta actualmente, por lo que tendrá capacidad para transportar a 100 millones de pasajeros, convirtiíéndose así en el mayor centro de operaciones aíéreas del mundo