Fernando Alonso estaba estratíégicamente situado entre los dos pilotos de Mercedes en la rueda de prensa oficial de arranque del Gran Premio de Italia. Ellos se juegan el título en Monza, y aún dan vueltas al toque de Spa, a los perdones y reprimendas en el equipo, mientras Fernando tiene otro negocio duro este fin de semana, hacer un buen papel ante los tifosi, como siempre ha hecho en Monza, cualquiera que sea el monoplaza rojo que haya pilotado.
"Es una de las carreras más importantes del año para nosotros y nos gustaría darle algo bueno el domingo a nuestros aficionados. He sido extremadamente afortunado pisado muchas veces el podio en Monza, pero creo que este año es una de las carreras más difíciles para nosotros", aseguró el español, que siempre se ha subido al podio en Italia con Ferrari, incluyendo la victoria en 2010.
"Hemos visto algunos signos de mejora en el monoplaza ya en Hungría y rondamos el podio con Rí¤ikkí¶nen en Spa, así que ojalá tengamos aquí otra oportunidad para lograrlo porque siempre es algo especial", valoró el asturiano, que logró la otra victoria en Monza con McLaren en 2007.
Fernando no pudo por menos que sonreír ante la sugerencia de si puede ser un embajador de la paz entre Hamilton y Rosberg, vista la buena relación que mantiene con ambos. "No soy el embajador de la paz entre los dos. Los dos seguirán adelante porque tienen un objetivo común y una posición privilegiada para lograrlo. Los demás trataremos de disfrutar esa gran batalla, que es de lo que está hecho este deporte. Pero es un bendito problema tener que pelear por el título", reflexionó con media sonrisa.
"En 2007 lo mío con Lewis no funcionó como queríamos, pero no tuve problemas con Lewis, mantuvimos una relación profesional y competitiva. No funcionó porque el equipo no era feliz con algunas filosofías y la gestión del equipo en ese momento y había otros equipos para ir. Nunca tuve problemas con Lewis y mantenemos una gran relación", terminó.
