Tras la tormentosa separación de Ibersuizas, hace ahora cuatro años, los gestores de Portobello Capital viven días de vino y rosas. La firma de private equity fue premiada como el mejor fondo español en una gala de la industria en Europa y galardonada por la mejor operación, la venta de Indas a un grupo canadiense. Además, los socios han estrenado oficinas nuevas en pleno corazón financiero de Madrid. Pero la guinda la ha puesto el cierre de su tercer vehículo de capital riesgo, que ha superado las expectativas más optimistas, al captar 375 millones de euros.
La cifra se alcanzó el pasado 11 de agosto, despuíés de apenas nueve meses de road show viendo inversores. El plan inicial era levantar unos 300 millones en un plazo de 18 meses, según el cálculo que hizo el banco de inversión contratado para la misión, Probitas Pharma, por lo que no está previsto que se complete el fondo hasta el primer trimestre de 2015. Sin embargo, la recepción de los fondos de pensiones europeos, especialmente de alemanes, ha sido tan satisfactoria que Portobello pudo cerrar antes el nuevo vehículo y con más dinero del previsto.
Fuentes financieras han confirmado que la firma ha dado por concluido el periodo de fundraising. Un hito clave fue la decisión de Goldman Sachs, uno de los inversores tradicionales de Portobello, de no poner dinero en el nuevo fondo. No por que estuviera descontenta con la rentabilidad obtenida en los dos vehículos anteriores, sino por la estrategia del banco americano de restringir su presencia en el sector del capital riesgo.
El papel de Goldman Sachs, que iba a actuar como efecto llamada para otros inversores, fue ocupado por el Instituto de Críédito Oficial (ICO), que ha aportado 60 millones de euros gracias al plan aprobado por el Ministerio de Economía para fomentar la industria del capital riesgo. El ente público lanzó en 2013 un fondo para prestar hasta 1.500 millones a firmas de private equity con el fin de movilizar un sector que se había paralizado por las dificultades para financiarse entre los inversores extranjeros.
La aportación del ICO, más los 40 millones comprometidos por el Fondo Europeo de Inversiones (FEI), han atraído a fondos de pensiones españoles y continentales para completar el Portobello Fondo III. Entre los que han suscrito el vehículo están las gestoras españolas de La Caixa, Bankia y Banco Santander. Entre las extranjeras, que representan el 70% de los inversores, destacan firmas alemanas y otras francesas e italianas como Axa y Generali. La demanda insatisfecha que ha quedado ha sido tan grande que probablemente el ICO va a revender la mitad de su participación, para quedarse solamente en 30 millones.
Cartera en venta
Junto al cierre del nuevo fondo, íñigo Sánchez Asiaín, Juan Luis Ramírez, Fernando Chincurreta, Luis Peñarrocha y Ramón Cerderias, los cinco socios de Portobello, han estado este verano revisando la cartera para decidir quíé ponen en venta despuíés de varios intentos fallidos de algunas de sus diversiones en 2012. Una de las empresas que ha vuelto al mercado es Hoffman, la sociedad dedicada a la impresión digital de fotos, operación que ha sido encargada a JP Morgan.
En los próximos meses, la firma de private equity tambiíén tomará decisiones sobre Angulas Aguinaga, Multiasistencia y Mediterránea de Catering. Tres compañías que han aguantado bien la crisis del consumo gracias a su internacionalización y que ahora empiezan a beneficiarse del repunte de la demanda interna. La empresa de servicios de alimentación se ha hecho recientemente con los comedores del Atlíético de Madrid, de Vodafone y de Banco Santander, donde cada día dan de almorzar a cerca de 7.000 empleados.
Más tiempo necesitarán para poder desprenderse de Festa, cadena de moda que tuvo que purgar su expansión mediante un concurso de acreedores del que salió en 2012, y Veinsur, una compañía dedicada a los vehículos industriales que ha sufrido el desplome de la industria y que está valorada a cero en la cartera de Portobello.