La lista de víctimas de la crisis crediticia continúa ampliándose. El futuro del sexto mayor banco de Estados Unidos por activos pasará por las manos de Citi, que se ha hecho con el control de la división de banca de Wachovia, hundido un 93% en Wall Street. El regulador estadounidense respaldará la operación limitando los riesgos de píérdidas adicionales para Citi.
El sistema financiero estadounidense no ha tardado en tomar el relevo en la reciente oleada de 'rescates' bancarios desencadenados en Europa. La última entidad en sucumbir a los efectos de la crisis ha sido Wachovia.
El desplome del 80% que sufrían hoy sus títulos en la preapertura Wall Street hacía presagiar una solución de emergencia. La opción de la venta aparecía en todas las quinielas, y en ellas, Wells Fargo y Citigroup aprecían como candidatos finales, despuíés de caerse de esta lista entidades como la española Santander.
Nada más desvelarse su compra por parte de Citigroup, las acciones de Wachovia agravaban aún más si cabe su desplome en la preapertura de Wall Street, hasta alcanzar el 93%, a apenas 0,7 dólares. Al cierre del viernes se situaron en 10 dólares. Pero las informaciones aparecidas este fin de semana ya advertían claramente que la compra, en todo caso, se realizaría por un precio casi simbólico.
De la cartera de críéditos de 312.000 millones de dólares, Citigroup asumirá píérdidas de hasta 42.000 millones de dólares. A partir de ahí, a modo de garantía, será el regulador estadounidense, la Federal Deposit Insurance Corp, FDIC, el que respalde posibles píérdidas adicionales.
Una vez conocido este rescate, las acciones de Citigroup cotizan en la preapertura de Wall Street con descensos del 3,7%. El otro candidato a la compra de Wachovia, Wells fargo, se deja un 2,8%.
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