Publicado el 29/09/2008, por Enrique Calatrava
El vencimiento de un pago pendiente de 188 millones por la compra del 41% del grupo de juego a sus ex socios, los Franco, puede propiciar un proceso competitivo por la compañía entre los actuales dueños y firmas del sector.
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Codere ha entrado en juego. La familia Martínez Sampedro podría poner en venta el 71% del capital de la compañía el próximo 30 de octubre, fecha tope para abonar 188 millones de euros comprometidos con sus ex socios, la familia Franco.
La deuda se remonta a abril de 2006, cuando los Franco vendieron su 41% en el segundo mayor grupo español de juego a la familia Martínez Sampedro. Ambos consensuaron un calendario de pagos, del que resta un último abono de 188 millones.
De esta forma, llegada la fecha límite, los actuales accionistas de control deben, o bien, efectuar el pago; aplazarlo (lo que es menos probable y más caro); o poner el grupo en venta, de acuerdo con lo estipulado. Según fuentes financieras, los contactos entre los bancos de inversión y los interesados en estudiar la compra del grupo ya han empezado.
Deuda bancaria
A la restricción crediticia actual, que dificulta el desembolso, se suma el hecho de que el importe pendiente –el más elevado de todos los acordados–, está calculado tomando en cuenta una valoración media de la compañía próxima a 20,5 euros por acción, cifra inferior a los 21 euros a que salió la compañía a bolsa en noviembre del año pasado. Tras diez meses de cotización, el grupo se valora ahora muy por debajo de ese precio (a 12,6 euros).
De esta forma, a la familia Martínez Sampedro podría interesarle una actualización del valor de la compañía que estíé por debajo de los 20,5 euros, por lo que la opción más viable para los analistas de Ibersecurities es que ponga en venta su participación, y, quizás, trate a continuación de recomprarla por un precio inferior. No obstante, en el camino, podría encontrarse con una oferta mayor a la suya por parte de un tercero.
Entre los posibles interesados en la empresa, con más de cincuenta mil máquinas recreativas, 128 bingos y cinco casinos, entre otros activos, podrían estar gigantes del sector, como la griega Opap, la australiana Tabcorp, la británica Ladbrokes y la irlandesa Paddy Power, según recoge un informe de Ibersecurities.
Otro candidato a competir por la compañía es el capital riesgo. Fondos como Permira y Carlyle mostraron interíés hace un año por entrar en el accionariado, cuando Codere dudaba entre dar entrada a un socio financiero y saltar al mercado bursátil.
Así las cosas, y siempre que no se efectúe el citado pago, se abriría una puja por la compañía, en la cual, a los Franco, al igual que a los accionistas minoritarios, les interesa un precio lo más alto posible, ya que el importe que recibirían dependerá del nivel al que se valore la compañía. Mientras, a los Martínez Sampedro les compensa un precio bajo, en caso de ser ellos finalmente los propietarios de nuevo. La operación les llevaría a ahorrarse parte de los citados 188 millones de euros.
En todo caso, si los Martínez Sampedro no ganan la puja, la CNMV podría obligar al nuevo dueño a lanzar una opa obligatoria sobre el 100% de Codere, si íéste supera el 30% del capital. Fuentes cercanas a la familia Martínez Sampedro precisaron que “no se ha tomado aún una decisión al respectoâ€. Desde Codere, resaltaron “que es un pacto entre accionistas que está al margen y no afecta en nada a la compañíaâ€. La empresa ingresó un 20,7% más en el primer semestre, alcanzando los 503,9 millones. El ebitda ascendió a 120 millones, un 15,9% más.