Por... Moises Saab
Necesitado con urgencia de fuentes propias de carburantes, Egipto concedió siete permisos de prospección a dos firmas europeas, una canadiense y otra tunecina, confirmaron hoy fuentes de la industria.
La parte del león en los permisos se lo llevó la empresa alemana RWE, con dos bloques en el golfo de Suez, mientras la HSBI tunecina, Transglobe, de Canadá, y la italiana Edison se hicieron con las restantes cinco en zonas del desierto occidental, acorde con los detalles.
Los acuerdos están valorados en 187 millones de dólares, un aporte sustancial a las arcas egipcias, desmedradas por el descenso del turismo, uno de los pilares de su economía con un aporte del 11 por ciento al producto interno bruto del país.
Otros pilares económicos, como las remesas desde el extranjero, inversiones extranjeras y las ventas de algodón y de gas, pasan por momentos de penuria.
La única fuente de ingresos que marcha a toda vela son los ingresos por peaje a travíés del canal de Suez, que han sido aumentados en dos ocasiones en el curso de los últimos meses para adecuarlo a las normas vigentes en el de Panamá.
El Gobierno egipcio reveló días atrás un programa de desarrollo para la zona de Suez que incluye la construcción de un nuevo canal y una zona industrial.
Los acuerdos están basados en la división de beneficios y siguen al anuncio oficial de un aumento del pago a las empresas productoras de electricidad con medios renovables, eólicas, solares y fotovoltaicas, para alentar su desarrollo.