(PL)
El primer ministro ruso, Dmitri Medvíédev, expresó su convicción en que las sanciones de Occidente contra su país no perdurarán por mucho tiempo ni sus promotores pueden continuar con esa política punitiva indefinidamente.
Las sanciones no pueden continuar de manera infinita. Tarde o temprano nos pondremos de acuerdo, manifestó Medvíédev en entrevista al periodista Serguei Briliov, conductor del programa sabatino de Noticias de la semana.
Estoy convencido en que esas relaciones punitivas de Occidente en relación con Rusia terminarán tarde o temprano, reiteró el jefe de Gobierno en referencia a los paquetes consecutivos adoptados desde el verano por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.
La guerra de las listas contra Moscú, desde la adhesión de Crimea a la Federación, en marzo pasado, y su postura invariable respecto a Ucrania, comenzó con sanciones a ciudadanos rusos, pero luego dieron paso a severas restricciones a sectores económicos específicos de la economía rusa, sobre todo el bancario, petrolero y el armamentista.
Rusia, a su vez, respondió con un embargo por un año a la importación de productos cárnicos, lácteos, queso, pescado, frutas y vegetales, provenientes de Estados Unidos, la UE, Canadá, Australia y Noruega, los estados que con más íénfasis han secundado a Washington en la política de aislamiento internacional del país euroasiático.
Durante el Foro Económico de Sochi, celebrado esta semana, el ministro de Desarrollo Económico Alexei Uliukáev dio a entender que Occidente no impondrá nuevas sanciones, pero tampoco dejará sin efecto las vigentes, al menos no antes de 2015, consideró.
A su juicio, las medidas continuarán por largo tiempo con independencia del curso de la situación en Ucrania. Dijo Uliukáev que persistirán las sanciones contra su país, incluso si tienen íéxitos los acuerdos de Minsk.
Los efectos negativos de esas medidas, indicó el ministro, repercutirán en períodos futuros y tenemos que prepararnos para afrontarlos, al tiempo que consideró contraproducentes las respuestas en esa misma línea, según la agencia Ria Novosti.
En entrevista a la agencia ITAR-TASS, Medvíédev catalogó de positivo el ambiente inversionista en el país, transcurridos meses de incertidumbre por la coyuntura internacional y las dificultades en el mercado interno.
Destacó como decisivos los factores de estabilidad política y macroeconómica, aunque persisten restricciones de tipo estructural, puntualizó.
Aseguró que, según experiencias anteriores, el país y su gente son capaces de sobrevivir en condiciones mucho más complejas que las actuales.
Reiteró que Rusia no animó el desenlace de esos acontecimientos, aunque admitió que es un factor de obstáculo a las inversiones, socava el clima inversionista internacional y destruye, en general, los fundamentos de la economía mundial, aseveró el primer ministro ruso.
Criticó al mismo tiempo que la Organización Mundial de Comercio sea usada como instrumento político, en alusión a la política aplicada por Occidente contra su país. Muchas de las reglas, normas y regulaciones están bajo cuestionamientos, sostuvo Medvíédev.