Los dos grandes bancos catalanes ya han comunicado a inversores internacionales que, en caso necesario, cambiarán su sede social para llevarla fuera de Cataluña con el fin de asegurar los intereses de sus accionistas y clientes. Así lo harán CaixaBank y Banco Sabadell, según un informe del banco de inversión suizo UBS al que ha tenido acceso EL MUNDO y cuyo contenido corroboran fuentes conocedoras de los contactos de estas entidades financieras con representantes de inversores.
El documento está fechado el pasado día 12 y se titula Atentos a Cataluña. UBS informa a sus clientes de que «la secesión parece una perspectiva lejana para Cataluña, si es que alguna vez se produce». Pero agrega que «a medida que nos acercamos al 9 de noviembre, los riesgos sobre si finalmente se celebra un referíéndum aumentarán para los mercados» con impacto en los grandes bancos catalanes.
«Con respecto a compañías cotizadas con sede en Cataluña -CaixaBank, Banco Sabadell y Catalana Occidente- los bancos han tomado ya las medidas adecuadas para cambiar de sede, si es necesario, para minimizar cualquier impacto potencial en su acceso a las potenciales fuentes de financiación», tranquiliza el informe -firmado por el estratega jefe de UBS, Justin Knight- a sus clientes en todo el mundo.
Un cambio de sede a cualquier otra comunidad autónoma de España mantendría por un lado a ambos bancos con acceso a las subastas de liquidez del Banco Central Europeo, que son claves para su actividad bancaria y, por otro, mantendría a sus clientes bajo la protección del Fondo de Garantía de Depósitos nacional y europeo. Fuentes financieras corroboran esta versión de los estrategas de inversión UBS y aseguran que directivos de ambos bancos catalanes han explicado a inversores internacionales que tienen un plan B en caso de que resulte incontrolable el pulso iniciado por la Generalitat de Cataluña con el Estado español.
EL MUNDO ya publicó el pasado 27 de julio que CaixaBank tiene previsto un instrumento inmediato. Se trata de su filial Microbank, con sede social en Madrid desde el 10 de abril de 2013. Dispone de ficha bancaria -autorización del Banco de España para operar en todo el Estado- y bastaría una transferencia de activos desde CaixaBank de Barcelona a Microbank o su futuro nuevo nombre, para que se convirtiera en la nueva matriz plenamente bajo el paraguas de la Eurozona. La entidad financiera que preside Isidro Fainíé tampoco ha descartado nunca intentar una gran fusión con Bankia que podría suponer la fijación de una nueva sede fuera de Cataluña. Además, los nuevos estatutos de La Caixa, matriz de CaixaBank, ya no garantizan que la sede permanecerá siempre en Barcelona, tal y como publicó este diario el pasado 28 de abril.
Por su parte, directivos del Banco Sabadell han asegurado a los inversores que «están previstos todos los escenarios para defender los intereses de sus clientes y accionistas, incluido el cambio de sede», según asistentes a estas reuniones. En ellas, el banco que dirige Josep Oliú no ha explicado en detalle quíé filial activaría, pero sí ha garantizado que el cambio del cuartel general social y fiscal sería rápido y fulminante.
Ni una ni otra entidad hacen comentarios oficiales a un cambio de sede y sus presidentes Fainíé y Oliú se limitan a hacer llamamientos al diálogo entre Gobierno y Generalitat para alcanzar un acuerdo que desactive la actual espiral. En el caso escocíés, Royal Bank of Scotland y Lloyd's no hicieron público que cambiarían de sede hasta apenas una semana antes de la celebración del referíéndum del pasado día 18.
En cuanto a Catalana Occidente, UBS señala que dispone de «un sólido balance con una significativa proporción de sus ingresos (un 40% ) fuera de España a travíés de su filial de seguro de críédito, así que no registrará un gran impacto más allá de la volatilidad en Bolsa».
Tanto el informe de UBS como otro de la firma internacional N+1 coinciden en considerar que, «a corto plazo», tanto estas sociedades cotizadas como otras con sede en Cataluña experimentarán altibajos en Bolsa. «El mercado no aprecia actualmente un riesgo catalán significativo y eso es correcto a largo plazo. Sin embargo, a corto plazo, a medida que el ruido aumenta y el bando proindependencia se radicaliza, podríamos ver volatilidad en los precios de las acciones de las compañías más expuestas a la región: CaixaBank, Sabadell, Gas Natural, Abertis, Grifols, Applus+, Catalana Occidente y Colonial», afirma N+1. UBS ve limitado el impacto en Grifols.